DISCURSO
ETHEOROLOGICO
DEL NUEVO COMETA, VISTO EN
aqueste Hemisferio Mexicano ; y generalmente en
todo el mundo. Este Año de 1652.
DECIFRADO
A la Immaculada Concepcion de MARIA Santissima,
Madre, y Señora nuestra.
COMPUESTO
Por el Padre Presentado Fr. Diego RODRIGUEZ, del
Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redencion de cautivos,
y Cathedratico en propiedad de Mathematicas en aquesta
Real Universidad de Mexico:
DEDICADO
A la Gloriosissima, y Admirable Santa RITA DE CASSIA, de la
Esclarecida Religion del Gran Padre, y Patriarca San Agustin,
Doctor de la Iglesia.
CON LICENCIA, EN MEXICO
Por la Biuda de Bernardo Calderon, en la calle de San Agustin, donde se venden.
Folio 1 verso
[Folio en Blanco]
Folio 2 recto
Stellis; Phoebo circundata, Phoebes,
Cornibus: eluso Virgo Dracone venis.
Clara venis, sine nube venis: sive sordibus Adae,
Tam pretiosa intus, quam pretiosa foris.
Hunc nova Stella tuum docuit sine labenitorem,
Ut nati, ac matris par sit utrique iubar.
Ast cur dum praelo tanta haec portenta notantur
Sub Ritae claro nomine prodit opus?
Nempe Rita est coelum: cur asfixus Virginis honos
Insidet, ut Dominae seruiat illa suae.
Folio 2 verso
A NUESTRO MUY R. P. M. Fr. DIEGO
DE LOS RIOS, segunda vez Provincial de la sagrada
Religion de nuestro P. San Agustin, Qualificador del
S. Officio de la Inquisicion, y Rector que fue de
la Real Universidad de Mexico, yc.
Virg.
lib. 4.
aenei.
v. 408.
Ultimus aethiopum locus est, ubi maximus Atlas
Axem humero torquet, stellis ardentibus aptum.
M. R. P. N.
Contemplo (quizá como tan aficionado a las celestiales esferas) aquessa
dichosa, y Sagrada Familia Aureliana del Gran Padre, y Patriarca
Augustino, como a la estelifera corte del Firmamento, y demas cielos,
en su Santidad, Firmeza, Lustre, y Adorno. Aqui el Zodiaco, o Faja
de una Cinta de mas Gracias, y resplandores, que la Via Lactea con el
agregado de sus minutissimas estrellas, y luzes. Aqui el negro manto de la noche
que lo vela sin cubrirlo, para que brillando sus tachones luzientes, sea aquesta dichosa
esfera la admiracion, y espectaculo de la tierra, ya porque a sus influjos, y Regla mi-
litan tantas sagradas Religiones, y ya porque son pocas las cuarenta y ocho imagenes
Ptolemaicas, para las que aqui tiene gravadas la immortalidad. Un Augustino Ju-
piter de aqueste cielo, como matutina estrella, o esclarecido Luzero del Alva enme-
dio de una niebla, para que nebulosa no obscuresca a las demas. Un Marte en un Gui-
llermo guerrero, en martillarse austero, y en herrarse de cadenas marcial. Un Villa-
nueva Mercurio. Trimegistro en las obras de sus plumas, que pasean el mundo. Una
esclarecida Clara, Luna llena, aunque de Monte Falco, o Falcada. Un Sol en un
Nicolas, que sembrando de estrellas aqueste talamo es corto numero el de mil y veinte
y dos diamantes, para aqueste esferico Zafiro, que solo contarà sus virtudes el que
quenta las estrellas. Y ultimamente una Diosa Venus, en una S. RITA de CASIA,
que ya alumbra el mundo, y aunque astro trasladado el año de 1447. nueva estrella
es, descubierta con la atalaya devota del affecto de V.P. muy Reverenda, para gloria
de aqueste siglo. Aqui pues a los pies de aqueste signo de Virgen, por su continente
Viudes, he de fixar humilde mi altivo, o atrevido Cometa, a contemplacion de V. P.
muy Reverenda, con que le resguardarè de judiciarios criminales, o juicios de la ca-
lumnia. Y pues aqueste estrellado Globo se sustenta afirma, y estriva en los polos, y
hombros de un observante Atlante Rector del, que es V. P. muy reverendo en el
officio que exercita, mientras lo boltea, lo observa, lo vela, y govierna, yo como
quien dichoso milita a su Regla, lo veneraré, y admirarè a sus pies. Vale, y viue.
De V. P. M. R. su muy afectuoso hijo, Q. S. M. B.
Fr. Diego Rodriguez.
Folio 3 recto
SIGNUM MAGNUM APPARVIT IN
coelo, Mulier amicta Sole, Luna subpedibus eius, et. in
capite eius Corona stellarum duodecim, etc.
GRAN SEÑAL APARECIO EN EL CIELO,
una Muger vestida del Sol; debajo de los pies la Luna;
y coronada con doze estrellas la cabeça, etc.
Apocalipsis cap. 12.
A LA
Folio 3 verso
§ 1
A LA IMMACULADA CONCEPCION
DE MARIA SANTISSIMA
GRAN Signo sin señal de culpa ; gran
señal sin rastro de tinieblas ; reseña
prodigiosa de la gracia ; enigma ce-
lestial, aun tiempo obscuro, y claro;
dichoso certamen de los siglos ; hi-
perbole de la luz ; parabola ustoria,
que en si une los rayos del Sol ; sa-
grada duriforia del cielo ; Maxima
conjuncion de la omnipotencia de
Dios; espantosa, y unida oposicion de cielo, y tierra ; mon-
struoso, y ethereo espectaculo ; el Sol se eclipsa , quedando
claro, y la Luna sin eclipse, muestra tinieblas a la tierra siendo
refulgente al cielo ; estraños aspectos de Astros ; una muger
circunda , y rodea a la varonil , y grandeza del Sol preñada
del , utero habens: y el con sus rayos la viste , y baña :amicta
Sole. Prodigioso ropaje, y aun mas admirable desnudés; (como
provarè) Parida en el cielo, con pañales de luces : Clamabat
parturiens. Un fiero Dragon le asecha el parto : y Draco stetit
ante mulierem, ut cum peperisset filium eius devoraret. O socorro
del cielo ! el niño fue arrebatado al trono de Dios : raptus est
filius eius ad Deum, et. ad tronum eius. Y la muger libre del Dra-
gon, y de sus asechanças, fue trasladada a un desierto, manu-
tenida de Dios, donde le tenia lugar preparado y mulier fu-
git in solitudinem ubi habebat locum paratum a Deo. Aqui el pun-
to de mi admiracion, apoyada del sagrado Evangelista. Mil,
docientos i sesenta dias estuvo esta muger habitadora de aque-
ste desierto: Ubi pascant eam diebus mille ducentis sexaginta. Que
computados por años los dias, fue el tiempo, o principio de
la contension de aqueste nuestro mysterio. Aqui empeço el
Folio 4 recto
eclipse de Luna a la tierra, oponiendole tinieblas; aqui tuvo
principio su defensorio, con que su duracion a sido de quatro
siglos, o quatrocientos años, y ya por horas clarearàn sus opi-
nales manchas. O suma felicidad de nuestra naturaleza; clara
profecia es la referencia del Evangelico Theologo San Juan en
Pathmos, y ya cierto pronostico de immaculada pureza, y
original inocencia. O si ya rompiese a luz aquesta preñes, co-
mo rompio el cielo aqueste prodigio ! tanto silencio en el, a
vistas del Dragon la muger:per tempus, et tempora, et dimio
dium temporis a facie serpentis : O por trecientos y cinquenta
años sin poderla comprehender, ni manchar? Pero ya la tie-
rra rompe en vozes, y aclamaciones, llamandola immaculada;
el Evangelista nos previene con aquesta estraña señal.Sig-
num magnum apparvit in coelo, mulier amicta Sole, Luna sub pedi-
bus eius, et in capite eius corona stellarum duodecim. Y el mismo cie-
lo nos da señales en el Sol, Luna, y estrellas, indices de Dios, y
ojos en los margenes de sus cielos,ut sint in signa, et tempora,
et dies, et annos. Gen. c. 1.(Como despues veremos) que no
sin mysterio se mueve el cielo a parir prodigios quando la tier
ra bozea a Maria santissima immaculada, como de aqueste si
glo comprobaremos.
En que pues consistiò el ser aquesta vision, portento del
cielo, que assi la admirò el Aguila caudal, como sino ubiera
visto otras mayores? de ver a una muger con el trançado de
estrellas por perlas, sintas de resplandor que la coronavan?
de notarle el manto de lustre, ò de gloria, y que por coturno
argentado, ò chapado tenia a la Luna arqueada al cielo, y las
puntas a la tierra, (que es como la pinta la Yglesia) como
polevies de aqueste siglo? Que mas hiziera si viera a las de
aqueste tiempo, con tantos circulos unos en otros como la
esfera armillar de Ptolomeo, por resguardar un infante? Por
dicha cayo la admiracion de San Juan, sobre ver, una grande-
za, y estatura tamaña, que estando de plantas esta muger en
el cielo de la Luna que hollava, tocaba con la cabeça en el fir-
ma-
Folio 4 verso
mamento, con que se coronaba de sus estrellas ? Y el Sol apro-
vechado de su cuarto sitio la bañava con sus rayos, que toda
esta grandeza paresia necessaria para que assi asombrase en la
tierra ? Signum magnum apparvit in coelo. Sea por uno, o por otro,
lo cierto fue, afirman mi gran Padre Agustino,Ambrosio,
Hieronymo,Gregorio,Bernardo, y Tertuliano, citados de la
Laureto, que reconoció a Maria santissima, por Reyna de
aquessa republica celestial de luzes, coronada con firmeza, o
firmamento: vestida de perpetuidad de rayos; rompiendo
calçado cada mes, en Lunas nuevas, calificando su nobleza,
como lo notó Alciato de los Arcadia:Calceus Archadico,
suberat cui Lunulae ritu. Y mejor Juvenal: Appositam nigrae Lu-
nam subtexit alutae. Que mucho pues, que como domesticos
de la recamara de aquesta soberana Reyna, la Luna acuda a
calçarla, el Sol a vestirla, y el joyel del firmamento a tocarla
con estrellas ? con que estando todo el cielo assi ocupado en el
asseo, y adorno de aquesta Magestuosa señora signum magnum,
ni ay, ni puede haver otra señal en èl ( aunque asombre, y es-
pante a la ignorancia ) que no sea en servir a esta Reyna del
cielo, en festejarla, en explicar sus glorias, en provenirle feste-
jos, en mirarle a la boca, y en adivinarle el gusto, que quando
la tierra assi lo hace, como su officina mas grosera, que mu-
cho el cielo se esmere en nuevos astros, Phenomenon prodi-
gioso, admirables signos, o señales, y Cometas crinados, ò
caudados, que iluminen con sus madejas, y rastros el ayre di-
ligentes? para que juzguemos, que no es asolas el gusto de la
tierra, sino que se deriba, y viene del cielo, con embaxadores
de paz, con monstruos luminosos, y con correos luzidos arti-
ficiados del Sol mayordomo de esta Reyna ; de la Luna su
dueña, o recamarera; y de sus doncellas en el retiro del firma-
mento: ut sint insigna, et tempora, et dies, et annos.
Retirome mas al mysterio, y digo, que aqueste lince ob-
servante, y grande observador de misterios, con la atalaya de
su elebado espiritu notó, que la Luna, y las estrellas luzian a
vistas.
Folio 5 recto
vistas del Sol; prodigio raro, pues la Luna aunque se vea de dia
no alumbra, por que su privilegio es luzir de noche, ut praeésset
nocti; et stellas. Ni las estrellas tampoco deven alumbrar don-
de Sol, y Luna luzen; ni pueden ( dixo el Rey Alonso en
sus tablas ) sidera obnuvilat Titan. Como pues a un tiempo lu-
zen en Maria todos ? mas; deviendo aver eclipse de Sol no le
ay; el arriba, la tierra de Maria en medio, y la Luna a los pies;
pues como ni el Sol, ni Maria, ni la Luna se eclipsan al cielo,
sino que resplandecen como tres Soles, y las estrellas como
cien mil oros brillan, y chispan ? Gran mysterio, y prodigios
raros; viò sin duda el Evangelista perpicas juntarse el alma,
y cuerpo de aquesta soberana Reyna, y que en essa union
donde en todos se causa eclipse por la culpa original, no le
ubo, sino que todo fue luzes, rayos, resplandores, gracia, y
gloria, pues en esse punto todo el cielo luzio, estrellas, Sol,
Luna, y Maria; que mucho pues que prorumpiesse en admira-
cion diziendo: Signum magnum apparvit in coelo, mulier amicta
Sole etc. De donde con razon el Grande Ignacio ( dueño de
este pensamiento ) llamo a Maria santissima: coeleste prodigium,
et sacratissimum mostrum. Prodigio celestial, asombro del
universo, y sagrado monstruo, y portento.
Aun me falta lo vivo de aquesta vision del fiel Secretario
de Dios, y es, que siendo aquesta muger de acà de nuestra
tierra, Mulier, la testifica tan celestial, que nada halló en ella
que no fuesse del cielo, y nada de la tierra; sin palacios que la
autorizen, y ennoblezcan; sin alcaçares que la enriquezcan;
sin castillos que la pertrechen, y guarnezcan; y sin casa ni ho-
gar donde recojerse, y retirarle; sino como expuesta a las in-
clemencias del cielo apparvit in coelo, que aun acà los terrenos
solemos decir por adagio, del que almedio dia no tuvo alver-
gue, que sesteó, y comió en el meson del Sol; y al que de noche
le falto, que seno en el de la Luna, y durmió en el de la estrella.
Como pues tanto desabrigo en esta muger, Mulier? en lo raso
del cielo, al Sol, a la Luna, y a las estrellas ? esto es, de la Luna
B gasta
Folio 5 verso
gasta calçado, Luna sub pedibus eius; de los rayos del Sol vi-
ste, amicta Sole; de las estrellas corta tocado, y haze almo-
hada, et in capite eius corona stellarum; donde el colchon fue
cielo, como acà suelo, apparvit in coelo. Luego bien vale, que
sin casa, ni hogar; desnuda, descalça, destocada, y ayuna, al
desabrigo de todo el cielo. Raro prodigio pues, que siendo
toda de la tierra, sea toda tan del cielo, que nada tenga de
ella, por no heredar de sus padres alguna alaja apestada de la
culpa, rezelandole de una hoja de Higuera, y de una piel
maldita, por quienes ya es vituperio, y escarnio todo abri-
go de la tierra, como dixo
S. Clemente Alexandrino lib. 2.
Pedag. c. 10. Nihil habet amplius quam alia vestis, nisi solum vi-
tuperium.
Fabriquen pues Palacios, Alcaçares, Castillos, y
casas los deliquentes de la original culpa para encubrirse, y
esconderse, que assi lo hizo el primero delincuente, abscon-
dit se in medio ligni paradisi Gen.c. 3. que Maria santissima con
ninguna cosa comprueba mejor su limpieça, y el estar en el
estado de la justicia original, desde el punto de su immacula-
da Concepcion, que con no tener casa, sino el abrigo del
cielo; pues alli se muestra a los ojos de todos; grande para ser
vista; y en la carroza de los cielos para no esconderse a nadie; que
bien Chrisologo sobre aqueste punto:Serm. 142. Nec secre-
tum mundanae habitationis inquirit, que se septam superni splen-
doris circunspicit velamento.
Vistanse assi mismo purpuras, telas, sedas, y preciosos
linos para abrigarse de inclemencias del cielo, cubrir desnu-
deses, y ocultar manchas, y fealdades los sequazes de Adan, y
Eva, que consuerunt folia ficus, et fecerunt sibi perizomata. Gen.
c. 3. Que mas higa de la naturaleza, que estas hojas de hi-
guera ? Que mayor vituperio? y que mayor desnudès que la
que no cubre el vestirse bien ?
Que a tiempo el Santo Job:
Nudus egressus sum de utero matris meae, et nudus revertar illuc.
cap. 1. Desnudo naci del vientre de mi madre, y desnudo he
de bolver a el; pues no se vistiò nunca el S. Job ? Si vistiò, y
consta
Folio 6 recto
consta del texto que fuidit vestimenta sua. Pues como se la-
menta de tanta desnudès desde el vientre de su madre hasta
llegar al de la tierra ? Llano es que no se lamenta, porque no
habla de la desnudès culpable, que aquessa nunca puede ser
cubierta, ni aun encubierta; antes son palabras de victoria,
y triunfo, pues habla de la desnudès inculpable, y el estado
de la inocencia. Hizo concepto, y considerose (dize la boca de
oro de Chrisostomo. In Caten.) en el estado del primer hom-
bre, assi que salió desnudo de las manos de Dios, vestido de
la gracia, y de la justicia original, aunque nacido del vientre
de la tierra; y estando en este concepto dixo: a este vientre
he de bolver resolviendome, a inocencia, y gracia, desnudo
como sali, nudus revertar illue. Pero oygamoselo mejor a
cuyo es. Sed cuius tandem uteri meminit? Nempe primi illius
opicif?, suaeque è terra coagmentationis, primi parentis opificium
imitantis. Nudus è terra divino munere conformatus sum. Ergo
nudus quoque revertar illuc; quo? nempe ad locum plangere libe-
rum. Esto pues, que en el Santo Job fue per saltum, conside-
randole, de un estremo a otro, de aquel principio à su fin,
dexando en medio el estado de la culpa, y desabrigada des-
nudès, todo en concepto; fue en la Concepcion de Maria
santissima succesivo de punto a punto; fue consequencia
necessaria, nuda egressa sum; ergo nuda revertar illuc. Assi lo
testifican de su abrigada desnudès, la Luna que la claça, el
Sol que la viste, las estrellas que la adornan, y el cielo que
la acoge. Signum magnum apparvit in coelo, etc.
§. 2.
PROGENIE DE LOS COMETAS,
su Propagacion, y Nombres, segun los
Etnicos.
La fabulante Poesia de la Gentilidad fingiò, (quiçà por
disfrazar verdades robadas de Evangelistas, y Profetas
en su comica roperia ) que la hermosissima Latona ocu-
B2 pa-
Folio 6 verso
pada por el Dios Jupiter, ( como Orpheo cantò: lib 8.
E Iove quae quondam espartus sortita dolores.
De qua sunt Phaebus simul, et Diana creati )
Peseaba la orilla, y la playa del mar Egeo, ya con los dolores
del parto que instava; y como la Diosa Juno zelosa la emu-
laba, diole por Fiscal, y verdugo a la serpiente Piton, que le
asechava el parto para hazer pressa en el, (esta según Ovidio,
y Textor se engendró de la corrupcion de la tierra, despues
del Diluvio del tiempo de Deucalion; pero mejor Lisima-
co Alexandrino, que fueron las tinieblas, y chaos en la ge-
neracion del cielo, y tierra, de que explica Natal aquesta
Fabula. lib.10. ) Latona dolorosa, y afligida aguardaba su
muerte en la qne amenazava a sus entrañas; previno el lan-
ze Neptuno,Dios de las aguas, y su cuñado, y por ser el
fracaso en su jurisdiccion hallose empeñado al socorro, con
que rebento en el mar la Isla Delos, no vista hasta entonces; o
porque era erratica, y vaga en el y siendo movediza la truxo
al socorro, como dixo Claudiano.lib.2 de rapt Proserpin.
—————Motoque iustamine Delos
Errat, et aurato trahitur circumflua Ponto.
Y Ovidio en sus Metamorfoseos.lib. 10.
—————Quamuis erratica Delos
Errantem accepit tunc, cum leuis insula navat.
Trasladada aqui la Diosa, quedó libre de la serpiente fiera,
y espantosa como un grande monte; y alli en Delos logrò
sus dos Melisos Apolo, y Diana, tan bellos como el Sol, y Luna que eran. Y ya adulto Apolo, mató con sus saetas a la
serpiente Piton, que afligio a su Madre, y le asechò en el par-
to. Hasta aqui el primero parto de Latona; por quien es en-
tendida la tierra, que estando con el vientre a la boca, y ya
con los dolores para parir a luz sus crias, no podia por ha-
llarse cercada, y cubierta de las aguas, del abismo, chaos, y
de las tinieblas, que no solo no ayudavan con calor a sus
partos, pero con su frialdad los amenazaban. Apartadas
pues
Folio 7 recto
pues por el Criador del cielo, y tierra las aguas a un lugar,
asomó la tierra libre de ellas; o sea la Isla Delos los mismos
cielos que fueron criados de las aguas, y por esso erratica,
y movedisa como està dicho. Aqui pues parteados ya Sol,
Luna, y estrellas, el señor de Delos con sus saetas, y rayos
acabò con las tinieblas, abismo, y chaos iluminando a las
aguas; y a la tierra la secò consumiendo los vapores cor-
ruptos, que atosigaron a su madre,
como lo explican An-
tipatro stoico, y el Comite lib. 9.c. 6. in Mithologia.
No puedo ( oyendo esta Fabula tan al intento de lo di-
cho ) dexar de dezir lo que en el sagrado Texto se me ofrece
con Anastasio Sinaita, lib. 1. Exam. Como pues, quando
Dios en el principio crió todas las cosas, aviendose agrada-
do de todas sus obras, no dixo que le parecian buenas las
aguas, las tinieblas, el abismo, y chaos, aviendolo dicho de
las demas ? Quomodo non dicit scriptura illus tenebras, quae erant
ante lucem esse bonas? Sed neque aguas illas bonas, neque abyssum
quae obscurabatur bonam dicit?
Bueno fuera por cierto, llamar
bueno a todo aquesso; al reyno de las tinieblas avia de lla-
mar bueno, siendo retrato de la culpa, que aun la siega gen-
tilidad figuró, y llamó serpiente ? Bueno fuera paracerle bien
haviendo asechado a una tierra virgen, que las tinieblas no
la pudieron penetrar por solida, como al ayre, aguas, y abis-
mo? Bueno fuera por cierto, que figurando aquesta tierra
en aquesse su primero parto, a Maria purissima Virgen, y
Madre de JESVS, verdadera luz, que avia de nacer de ella,
como Sol, y Luna en la naturaleza divina, y humana, le pa-
reciesse buena la serpiente, y no le quitase la vida con sus
rayos aviendo queridole sufocar, y ahogar a su Madre ?Di-
cens ergo, et vidit lucem quod esset bona (prosigue el Sinaita)
ostendit, quod omnis illa quae venerant ante veram lucem Iesum,
quae illuminat omnem hominem venientem in hunc mundum, et
terram obscurarunt, demecerunt, et suffocarunt, non esse bona.
Que mejor, ni mas al intento de nuestra sagrada Vission, en
des-
Folio 7 verso
describirnos a Maria tierra immaculada ? Signum magnum, etc.
Pasando ya a los segundos partos de la tierra, en que los
Antiguos figuraron al linaje humano, ya corrompido por
la culpa, lo explicaremos assi, dexando ya lo mistico, y es-
piritual, por lo ficico que nos insta. Fingieron pues, que ca-
sados ya el cielo, y la tierra, propagaron a los Cyclopes, que
fueron ciento por sus varias formas, y condiciones; gente
de un ojo solo en la frente, que era redonda ; eran ferozes,
inhumanos, incultos, barbaros, salbajes, homicidas, y gue-
rreros, que solo tratavan de fraguas, hierro, y fuego, forjan-
dole rayos a Iupiter; y en fin todos malhechores, como Eu-
ripides dixo de ellos.
Cyclopes homicidae antra decerti incolunt.
Y Virg. lib. 8. Habitadores del aetna en Sicilia. Y mucho me-
jor Hesiodo en su Theogonia, donde hablando de la tierra
dize:
Haec eadem peperit-Cyclopas, de inde supervos,
Argen magnaninum, pariter Brontem, steropemque;
Qui fulmen, tonitrumque Iovi gravia arma parabant;
Caetera d?s similes fuerant, sed fronte rotundam,
Lumen gestabant media, hinc sunt nomen adepti.
Gran descripcion de los Rayos, y COMETAS feroces, en la
opinion de los peripateticos, ( que explicaremos ) donde el
mas espantoso a los mortales, y que mas los atemoriza, lla-
mo Plinio lib. 2. Nat.Hist. Chasma, que parece tragarse a su
madre la tierra, dexandole caer en ella. Fit et sanguinea spe-
cies (quo nihil terribilius mortalium timori est ) incendium ad ter-
ras cadens etc.
Y Iacobo Milichio su comentador, cap. 27.
Chasma vocant hiatum, seu voraginem, quando ignis velut ex dis -
rupto coelo decidere videtur. Este es el Polifemo espantoso, y
caudillo de los Cyclopes. Pero porque aquesta doctrina sea
ordenada, y clara, explicarè la opinion de los peripateticos
en los versos dichos, reduziendo a especies los COMETAS, y
poniendo los nombres dellos, segun las opiniones mas corrien-
tes. Los
Folio 8 recto
Los hijos de la tierra engendra en sus entrañas, siendo
causa eficiente el ciclo ( como dixo Orfeo:
Progenies terrae, pariter coelique nitentis.)
Son (siendo materia de los COMETAS) las exalaciones ca-
lientes, y secas, gruessas, y compactas, con partes de humedad,
para que encendidas tengan duracion, y estas son sulfureas,
viscosas, crasas, de maligna mixtion, y qualidad; corrup-
tas, y pestilentes, que inficionando el ayre al salir a luz en-
venenan lentamente a las criaturas; y mediante la respi-
racion siendo nuestro ambiente aqueste ayre inficionado,
hazen pressa estas serpientes en nuestras entrañas, pulmon,
y partes principales del cuerpo, con que los humores del,
sobresaltados se destiemplan, dañan, y corrompen, movien-
dose a diversos fines, segun sus disposiciones, y eficiencias del
cielo. Estos suben a la suprema region del ayre, vezina al
fuego, levantados de la virtud celestial, que los patrocina,
y alli como lugar diputado para aquestas impresiones,
aviendo estado en embrion toman forma, y cuerpo varia-
mente, coagulandose, y dencificandose, con que encendi-
das, como vnos quieren; o illuminadas de los Astros, y el
Sol, como otros afirman, fingense deidades, y estrellas del
cielo en los movimientos que siguen; el rapto porque dizen
llega alli el impetu del primero moble; los suyos proprios
como heredados de sus progenitores.
Caetera dijs similes fuerant; sed fronte rotundam,
Lumen gestabant media, hinc sunt nomen adepti.
Como tenemos dicho de Hesiodo. Son llamados Mono-
culos, o Cyclopes, de vn ojo con la frente redonda, porque
en medio de ella tienen vna luz como estrella encendida,
que en vnos resplandece mas que en otros; con que su forma
es circular, y redonda en la cabeça por la mayor parte, que
arde, y alumbra. En su nombre Generico comunmente son
llamados COMETAS, de vn vocablo Griego, que quiere decir
Coma, cavellera, crines, vello, barbas, o madejas, por las que
arro-
Folio 8 verso
arrojan largas de la cabeça, y son como suele pintarse vn
Salvaje, Satiro o Fauno, y de aqui se llaman Crinati, o Cri -
niti, Comati, Caudati, Barbati, etc.
Segun lo dicho muy mal opinados estàn los COMETAS
con todos los Autores, y nunca segun Anastasio Sinaita,
podremos llamar buenos, a los que infestan a la tierra, y la
pretenden ahogar, y sufocar; y estos, segun sus choronistas
siempre vienen como los criados de Iob, portando malas
nuevas del cielo, y de la tierra. Son Cyclopes feroces, in-
humanos, homicidas, incultos, y guerreros; y sino oyga-
mos a sus descriptores. Virgilio los lamentò diziendo:
Numquam coelo spectatum....
jamas se viò Cometa en el cielo, que no fuesse vengativo,
y que olvidasse su dañada malicia. Lo mismo lloro Clau-
diano:
Impune numquam visus fulgure Cometes.
Manilo, despues de haver fatigado su Musa en vna larga
descripcion de ellos; de sus effectos dize, que pregonan in-
cendios, sequedades, inundaciones, frecuentes tumultos
populares, engaños, fraudes, y trayciones:
Quin, et bella canunt, varios, subitosque tumultos.
Et clandestinis surgentia fraudibus arma.
Civiles etiam motus, cognataque bella.
Numquam futilibus excanduit ignibus aer.
Pontano añade vientos terribles, guerras, y muertes de Re-
yes, y Grandes:
Ventorum quoque certa dabunt tibi signa Cometae.
Illi etiam belli motus, feraque arma minantur.
Magnorum, et clades populorum, et funera regum.
Y de los que se ven al oriente, o se mueven hazia el,Hue-
stes estrangeras que con guerras inquietaràn la paz:
Sin ortum tendunt versus, peregrina moveri.
Bella scias, hortemque externis affore ab oris.
El Arato Griego nos previene por buen Año aquel, (que
por
Folio 9 recto
por malo sea) no se viere Cometa en el cielo:
Laetus vt optanti contingat, et Aurens annus
Numquam crinitum videatur in aere sidus.
Aristoteles en Poema nos dize lo mismo:
Tu steriles agros, et inania vota coloni,
Siccus, et effervens dire Cometa facis,
Cum crinem ostentas, tunc ventorum impetus urget
Oppida, tubellam sanguinolenta moves
.
Remato con la Sibilla Erytraea, que hablando de ellos mu-
cho dize:
Sole sub occiduo verè vocitata Cometes.
Stella refulgebit glad? mortalibus index.
Et fames, et mortes, praeclarorumque virorum,
Atque Ducum interitus, magnorum, Nobiliumque
Maxima praeterea mortales signa monebunt.
Que han dexado pues que dezir a la sala del Crimen, o al
braso Seglar de la judiciaria; pareceme que en lo dicho tie-
nen paño de que cortar los criminales, y sanginolentos, y en
otras muchas cosas mas, que de ellos se dizen, pues ni ha fal-
tado quien los tenga por espiritus malignos, y trasgos igni-
tos. Pero yo (quiça pusilanimo, y de natural encogido) ni
por Astros , ni Cometas malsines, quisiera juzgar vidas age-
nas, y sustanciar sin causa causas a los mortales; con que digo
de mi, lo que de si dixo christianamente Christiano Seveti-
no Longomontano, viendose en el mismo empeño de Co-
meta que me veo. Quin in super, quod ingenue fateor, natura
mea semper hactenus à praedictionibus eventuum ex astris, et im-
primis hisce prodigiosis Phaenomenis, et Cometis abhorruit; ne sci-
licet nimium cum al?s quibusdam, qui maiore licentia hanc segetem
metunt, prodigus harum invenerim, etc.O quiça porque nada
sabemos, por voca de los que todo lo saben, que vestidos de
viejo nos ponen de nuevo.
Y concluyendo con los nombres especificos, digo que
Abulmaçar en el tratado de aquestas ignitas impresiones, y
C Guido
Folio 9 verso
Guido Bonato 4.part. cap. 105. de parecer de Tholomeo po-
nen 9 especies, y son: Veru vel Feru; Cenaculum, vel Te-
naculum; Pertica, vel Partica; Asconae, vel Astoriae Dominus;
Miles; Argenteum; Matutina, vel Aurora rubea; Rosa; Nigra.
Atribuyenle a cada Planeta las de la naturaleza de cada vno.
Pero Plinio lib. 2. nat. Hist. cap. 25. como refiere Iacobo Mi-
lichio cap. 25. aviendolo tomado de los Griegos pone doze
especies y son; Pogonias; Hyppus, vel Hyppeus; Acontia; Xiphia;
Discus; Pithus, vel Pithetes; Ceratias; Lampas; Argenteum; Rosa,
Tibia, vel Fistula; Nigra.
Fuera de aquestas, de otros muchos
Authores se coligen aun mas especies, que no se pueden re-
ferir a las dichas, y son Chasma; Vorago; Hiatus; Draco volans;
Igni perpendiculares; Ignis lambens; Ignis fatuus; Ignitus gladius;
Ensis; Cornu; Equs; Dolium; Area; Parel?; Virga; Lancea; et Fa-
ces. Fuera nunca acabar poner todos sus nombres y solo di-
go, que por aquesto la Fabula de los Cyclopes fingio ser cien-
to los hijos del cielo, y de la tierra, sin los que no son igni-
tos ( que no hablo de ellos ) como de las Nubes, Neblinas,
Arcos, Lluvias, Granizo, Piedras, Escarchas, Rozios, Ye-
los, Nieve, Manà, y Miel, con otros muchos mas. Hasta aqui
los peripateticos todos, aunque varian algo en el sentir de
todos aquestos Meteoros, que assi los llaman.
§. 3.
VERDADERA PROGENIE DE LOS
Cometas; y sus especies.
Basto, y grosero sentir de aquestos monstruos illumina-
dos ha sido el referido; conque en aqueste mi discurso
he de acudir a su desagravio, con opiniones modernas,
y antiguas; con demostraciones, y observaciones veridicas
de buenas letras; con que honrosamente les desenterraremos
los huessos, desahijandolos de la tierra, legitimandolos en
las
Folio 10 recto
las aguas, y como originarios del cielo que son, los materia-
remos de aquel Etereo talamo, como congelos de la misma
luz, sin negar ( aunque pudiera con el Longomontano, y Ty-
chon lib. 2 ) que en el ayre tambien se forjan Phenomenos,
y apariencias; pero dire que vno, y otro, con Juan Keplero,
que essos no son, ni pueden ser Cometas, pues estos tienen
todo su abolengo en el cielo, sin q las noblezas de ellos desme-
rescan, aunque se reconocen competencias entre las legiti-
mas, y bastardas; y para ilustrar su descendencia, ó ascenden-
cia, oygamos a Luciano en sus dialogos, y a Ovidio en el pri-
mero de sus Methamorfoseos; q dizen que el altivo, y mag-
nanimo Faeton siendo hijo del Dios Apolo, y de la her-
mosissima Ninfa Clymene, tuvo competencias, y algunas
altiveces con Epafo, hijo de Iupiter, y de la Diosa Yo, con
que le dio ocasion a q le llamase de mal nacido, y bastardo;
sentido Faeton, refrenando con la verguença la colera, recurriò
a su madre Clymene, a deslindar su hidalguia, y legitimidad:
Erubuit Phaethon, iramque pudore repressit,
Et tulit ad Clymenen Epaphi convitia matrem.
La madre aunque le satisfizo; el mal contento recurrió a su
Padre Apolo, que reconociendole por hijo, con el gusto, y pala-
bras le engendrò nueva altives de pasear su hidalguia por el
cielo; que la que no es ostentada, y pregonada, desmerece en
la vanidad por clandestina. Pidiole su carro, y cavallos de
fuego prestados por vn dia, para afirmar su principado; el Pa-
dre aunque lo rehusò prudente, temiendo su furia, y la de sus
Pias, instado condecendió con el, adestrandolo en la nueva
cavalleria, por nunca exercitado en ella. Apenas los fogozos
animales sintieron la liviandad, y descamino del novel gine-
te quando el freno en los dientes, desenfrenados lo precipi-
taron (prosigue Ovidio )
Ausus aeternos agitare currus
Immemor metae iuvenis paternae,
Quos Polo sparsit, furiosus ignes,
Ipsae recepit.
C2 Des-
Folio 10 verso
Deshecho en pieças el carro, y sembrado el ayre de rayos, y
chispas por espumas, cayo Faeton en el rio Eridano por tem-
plarse, muriendo abrasado, sin quedar escaldado. Pintolo
bien Apolonio Pergeo lib. 4. Argonauticorum:
Vltima ad Eridant minyae venere fluenta,
Pectus quo ardenti percussus fulminis igne
Semiustus cecidit Phaethon, currumque paternum
Liquit in aereis campis
.
Alli fue llorado de su madre Clymene; alli le lamentaron tan-
to sus seis hermanas, que estupidas quedaron convertidas en
alamos negros en las orillas del Eridano; o porque su Padre
por calentarlas, y curarlas les precipitó vn rayo con que las
convirtió en Etiopisas. Quiso hazer la misma fineza por el
su Tio, llamado Cygno, y agradecido Apolo de sus lagrimas
le convirtio en Cisne, perpetuo morador de las aguas, escal-
dado del fuego del Sobrino, para alli assistirle perpetuamen-
te a sus ceniças.
En aquesta Fabula hemos de yr explicando todo nuestro
designio, y pues nos queda que discurrir en nuestro assumpto,
escusarè el repetir su narracion; dize pues assi el Comite: Fue-
runt qui Phaethontis fabulam inde exhortam esse dicant, quod vastus
Cometa solaris natura, in non nullis locis tandem in disolutus, intolera-
biles aestus effecerit. Est enim ea Cometarum natura sive sit vapor
circa sidera collectus, sive perse praelongus existat, qui paulatin
exuritur, sive alia de causa quavis oriatur, ut sicciras, et aestus
consequatur. Dize lo mismo, en orden a los effectos, que lo
que tiene dicho Hesiodo, en orden a su generacion; y assi por
Faeton son entendidos los Cometa de naturaleza del Sol,
como animados con sus rayos, con q como el abrasan, que-
man, y encienden; y como el curso del Sol sea por la torrida
Zona siempre sin salir de ella, de aqui es que la abrasada Ethio-
pia la habiten Ethiopes adustos, y quemados de sus rayos,
que son los alamos negros en que Apolo se dize convirtiò a las
hermanas de Faeton, para habitadoras del Eridano. Otros
dize
Folio 11 recto
dize Natal, la explican del insendio del Sol, que se causa en la
via combusta, que es de fin de Libra a los principios de Es-
corpion, por diez grados, que parece averse descaminado alli
el Sol segun abrasa: Finxerunt eum in ea parte praecipue signiferi
delirasse, quae est vltima Librae, in Scorpionem, vbi via dicitur
combusta, quae gradus decem utrimque continet. Otros prosigue
Natal, fingieron esta Fabula ( y la explicó Samoteo) de vn gran
insendio, y sequedad que vbo en toda Francia, Italia y Gre-
sia, el año de 1242. en q murieron mas de diez mil personas,
y fue una combension, oduriforia de Planetas, que se halla-
ron todos juntos en Leon con el Sol, menos Iupiter, que se
hallò en Tauro. Y lo mismo en otros tiempos, en Egipto,
y en Assia; y el parar Faeton en el Eridano, se explica de las
grandes inundaciones que despues de aquestos fuegos, calo-
res, y sequedades se siguen; pero desto en otro lugar, y baste
por agora de su explicacion.
Es me forçoso pues, no seguir en aqueste mi discuso el co-
mun metodo de los Filosofos, empesando por la definicion;
pues entro supponiendo, que se ignora, y ha ignorado la ma-
teria, y modo de la formacion de los Cometas, y yendo en
aqueste principio, ya buscar sus causas, fuera bastarda defini-
cion dezir de ellos, que son, vna apariencia cometica al mo-
do de estrellas, que de nuevo nacen, y se ven en el ayre, o en
el cielo por algun tiempo. Y assi para entrar en esta materia
seguirè la sentencia del Filosofo lib. 1, Meth. cap. 7. que dize:
Ea quae occulta sunt sensui, ratione satis demostrata esse dicimus,
siea ad id quod fieri potest rebocaverimus
. Que las cosas que nos
son ocultas, y escondidas a los sentidos, llegan a ser verifica-
das, y demostradas, con ponerlas en el campo de la posibili-
dad, y que no repugnen a la razon. Sea pues la entrada á aque-
sta doctrina de los Cometas, y sus diferencias, asentar lo pri-
mero la doctrina de Seneca lib. 7.cap. 11. donde dize: Sive
sint aliquae diferentiae illorum, sive non sint, eadem ratione fiant ne-
cesse est Cometae, Aigan, o no, diferencias de Cometas; lo cier-
to
Folio 11 verso
to en ellos es, que todos tienen vna misma razon, y principios
de engendrarse, y formarse, y no diversas; esto es vna misma
materia, vna misma forma, vn mismo fin, en vna misma par-
te, con vn mismo modo, aunque en ellos se noten tan diver-
sas apariencias que obligan a multiplicarlos.
Lo segundo que asentamos para sus formas es, que los co-
lores en ellos no son reales, y verdaderos; sino falacia, y en-
gaños de la vista, flaqueza suya, refracciones, y reflexiones
de la luz, o rayos del Sol; como le vè en el Iris del cielo, en las
plumas de los Pavos, en los pechos de las Palomas, y en las
ampollas de las xabonaduras al Sol con los triangulares vi-
drios interpuestos a la vista. Assi lo sienten todos los Op-
ticos, y Filosofos, con el Principe de ellos; y lo prueba el
Conde Natal largamente en el lib 8.cap. 20. con que solo se
deven conceder en los Cometas dos colores blanco, y negro,
donde aun el negro tambien es ficticio, porque este nace de
mas; o de menos densidad en el cuerpo opaco; porque si la nuve
es diafana desuerte que la luz venza penetrandola, se mue-
stra blanca, y lucida; si la luz es vencida de la densidad se
muestra negra; y si la luz, y densidad son proporcionadas re-
sulta el color rojo, que alli no ay. Y assi Iacobo Milichio c. 29.
sobre el lib. 2. de Plinio dixo: Diversitas autem colorum fit proa-
ter dicimilem lucis, et nubis permixtionem. Duobus tamen potis
simum coloribus constat, albo si nubes est rarior, et atro si est den-
sior. Conque el juzgar por colores de los Cometas, solo es,
porque de ellos collegimos, raridad, o densidad, como en
los siete Planetas, y demas estrellas del cielo, no teniendo
todas mas color que el blanco, que es el de la luz, y el de la
materia, que es luzida; sin manchas ni borrones.
Ay pues solas dos especies de Cometas, como de pare-
cer de Epigenes refiere Seneca en su lib. 7.cap. 6. diziendo:
Duo Comentarum genera sunt, al? ardores vndique fundunt, nec lo-
cum mutant; al? in unam partem ignem vagum in modum comae
porrigunt, et stellas permeant. ( aquestas dos especies estàn ve-
rifi-
Folio 12 recto
rificadas en nuestra Fabula; ) la vna es ( dize Seneca ) la de
aquellos Cometas, que arrojan luz de si a todas partes igual-
mente como las estrellas del cielo, y aquestas no son andarie-
gas, ni mudan lugar, sino que fixas persisten con alguna du-
racion hasta desvanecerse. La otra es la de aquellos Cometas
que arrojan de si alguna luz vaga, y larga como cavelle-
ra, y madeja hazia à alguna parte; y son estos vagos, tienen
movimientos velos, y nunca permanecen fixos, sino que des-
caminados duran algun tiempo, pero siempre menos que los
primeros; quiça que su inquietud, y viveza los gasta, y con-
firme; con que es necessario concederles distinctos sitios, y
lugares, aunque de vna misma materia, y formasion. Aqui
pues nuestra Fabula. Faeton, y sus hermanas las Eliadas,
hijos de Apolo, y de Clymene Ninfa, esto es el Sol, y del
agua dize Natal: Clymenen dixerunt esse Matrem, quae aqua est.
Con que se explicarán dos sexos; en Faeton altivo, y sober-
vio, los Cometas vagos, velozes, precipitados en su curso,
descaminados del camino de su padre el Sol, como dixo
Ovidio:
Immemor metae iuvenis paternae.
Y assi precipitados, como se verà en el lugar que les daremos,
su curso es avieso de Norte a Sur, y al contrario; duran muy
poco, y nunca llegan a tres Meses; ochenta dias les señalò por
termino Milichio, y estos como quienes representan virili-
dad tienen barba, y madeja larga. Las Eliadas hermanas de
Faeton, como mugeres no mudan assiento, ni vagan, y assi
persistentes havitan las orillas del Eridano, arraigadas como
arboles plantados. Pero vnos, y otros de vn principio, y de
una materia; pues assi Faeton, como las Eliadas, reconocen
la luz del Sol, y a Clymene; y a vnos, y otros los recoge el Eri-
dano, y sus aguas, sepultandose en su mismo origen, como se
explicarà. Y pues hemos assentado sus dos especies, o vna
en dos sexos, vamos ya a deslindar el sitio, y talamo de aque-
stas representaciones, que es lo principal de aquesta materia.
Folio 12 verso
§. 4.
ES EL SITIO DE LOS COMETAS
en el cielo; de la Luna para arriva.
El aver cielos solidos, fluidos, o un purissimo Ether, no es
de fee, con que aquesta controversia, està dividida en opi-
niones, aun entre los Santos, y Doctores de la Iglesia.
La que afirma no aver cielos solidos, està tan valida en aque-
ste siglo, y tan apoyada de razones, que se rien del que lleva
la contraria. Son desta opinion San Basilio, San Iustino Mar-
tyr, respondiendo a la 90. question de los Ortodoxos, Ori-
genes 5, contra Celso, y en el 1. del Periarchon, cap. 7. San
Iuan Chrisostomo Homil. 6 y 13. Ruperto 1 de Trinitate,
Diodoro Tarcense cap. 1, Y otros muchos y de los moder-
nos todos. Las razones de su fundamento son muchas, y muy
fuertes, y solo referirè algunas, porque todas no será possible.
Sea la primera Filosofica, y es, que los lugares se graduan
por la nobleza de los cuerpos, y colas criadas, y la de estos es
la diafanidad, y la luz, acercandose a su sustancia, y apartan-
dose de lo opaco, y de las tinieblas. Vese en el orden que la
naturaleza guarda; que la tierra por mas tosca, opaca, y densa
ocupa el infimo lugar, y siendo impenetrable dista de la luz,
y se acerca a las tinieblas. Siguese luego el agua mas diafana,
y lucida, y assi mas noble que la tierra, y menos tinieblas.
Luego el fuego en su esfera sutilissimo, y diafano; y en la
misma proporsion se graduan los pesos dellos, siendo el fue-
golevíssimo, y puro. Siguense luego los cielos, que no de-
ven ser solidos, ni pesados, sino subtilissimos, leves, y muy
lucidos, mas que el fuego, porque la luz es el termino, y fin a
que todos caminan, que es su nobleza, y por el tanto la mas
noble de todas las criaturas, la mas pura, la mas leve, y velos,
pues se haze en instante la illuminacion, y de ella dixo San
Ambrosio 1. Exam. cap. 9. que fue citada: Non in numero, non
impon-
Folio 13 recto
in pondere, non in mensura, ( lugar dificil ) pues siendo la luz
criada en numero, peso, y medida como las demas criatu-
ras, in numero, pondere, et mensura. ( Sapientae cap. 11 ) Ella
por su nobleza parece quererse salir de la norma de las cria-
turas. Luego si los cielos son los mas superiores, y mas cer-
canos a la luz, ni deven pesar, ni ser solidos, sino mas leves,
lucidos, y ligeros que el fuego, pues se suponen ser mas no-
bles; como en el hombre los espiritus vitales, y animales, que
mas se acercan a la naturaleza intelectual; y en los animales, y
plantas las almas vegetativas etc. Luego no ay cielos solidos.
La segunda razon sea de los movimientos de los cinco
Planetas, Saturno, Jupiter, Marte, Venus, y Mercurio ( como
afirman, y comprueban Tychon, y otros muchos ) que se
mueven alrededor del Sol concentricamente con sus movi-
mientos medios. Yten las observaciones hechas con la ata-
laya, o longo mira que inventó Galileo, con que no solo el,
sino muchos han descubierto en el cielo muchos astros, y
estrellas que se mueven alrededor de los Planetas, en Satur-
no han notado dos, en Iupiter quatro, en el Sol muchos, que
lo rodean, y tal vez se le ponen debajo, y lo manchan, o lo
eclipsan en parte. Y con mas perfecto instrumento ( dize Marino Marsenio vers. 8. art. 4. ) se pudieran descubrir mu-
chos mas: Etenim sicut Galileus vidit in Iove quatuor, alius diop-
trae excellentioris ope, quinque, septem, centum, et alium quempiom
numerum tam stellarum, quam Planetarum inventre poterit. De
la Luna que es aspera, y casi irregular, y que tiene montes,
valles, y lagunas; que la rodean vapores, y otras apariencias.
Y assi mismo que Mercurio, y Venus crecen, y menguan como
la Luna, y Venus tal vez se ha visto sin atalaya casi tan gran-
de como la Luna. Todo esto pues no admite cielos solidos,
sino fluidos, porque menos que dandose penetracion en vnas
partes, y vasios en otras no pudiera ser, y por lo menos cor-
ruptivilidad en los cielos, y otras machinas incompossibles
de orbes, y Epyclos etc.
D La
Folio 13 verso
La tercera razon convence no aver cielos solidos, de los
mismos Cometas, que es nuestro designio, por averse observa-
do de la Luna para arriva, hasta el firmamento, convencido
de sus Parallaxes, y diversidades de aspecto, no solo de las de
un lugar en la tierra, sino de la observada en diversos luga-
res. Abulmasar año 844. observò vno sobre Venus; Me-
sahala, y Haly, lo mismo, sobre el 2. de la quadripartita de
Ptolomeo; Proclo otro sobre Jupiter; Hiparco, Seneca, y
Plinio son de la misma opinion; de los Pitagoricos. Hypo-
crates Chio, Eschilo, Anaxagoras, Apolonio Mindio, testi-
fican lo mismo de sus observaciones ; Cardano 4. de subilit,
afirma lo mismo; Tychon grande observador cap. 6. afirma,
que se pueden ver en dicho termino de la Luna al firmamen-
to; assi lo tienen tambien Cornelio Gemma,Miguel Mes-
tlino, y lo afirma del año 1580. Marselo Esquarsialupo,
Hagesio, Teodoro Gramico, Guillermo Principe de Assia,
Fromando cap. 7. el Padre Christoval Clavio, Christiano
Longomontano, y otros innumerables. Tychon observò
quatro, el de 1572. el de 1577. el de 1585. y el de 1590. y en
todos verificò lo mismo. Del Cometa de 1618 afirma Fro-
mando, que estuvo tres vezes mas alto que la Luna. Y lo
mismo concluyó Keplero, y casi innumerables de los mo-
dernos en España, Francia,Italia, y Alemania, con que estan-
do a las observaciones, y demonstraciones de los Mathema-
ticos, o no ay cielos solidos, o son corruptibles.
Y no es menos fuerte el argumento que se haze de los mo-
vimientos de los Cometas, pues lo primero se mueven por
vn circulo maximo tan indefectiblemente como los mismos
astros, orden solo del cielo, y no de la region del ayre, que
ni aun rapto se le deve conceder; muevense al principio ve-
loces, y despues tardos circularmente, y sin alguna eccentri-
cidad, y no con movimiento rectilineo, como quiso Iuan
Keplero, no admitido en la naturaleza. Y lo segundo, ya de
Norte a Sur, como el de 1607. Y ya del Sur al Norte, como
en
Folio 14 recto
en el de 1618 y en este nuestro emos visto, causando su cir-
culo maximo 65 gr. De angulo con la Equinoccial; y con la
Eccliptica 77. gr. 8. minutos. Y en el se ha observado lo que
en todos quantos se han visto, en orden à su forma, ma-
teria, y movimientos; y en todo muy semejante al de 1618.
Retrogrado como el; del Sur al Norte, y en su velocidad, pues
la del de 1607. fue de 10. gr. casi cada dia, en su principio, y
despues en su fin 5: minut. Y el nuestro de 12. gr. y acabó con
50. minut. El de 1618. empeço con 3. gr. 20 minut. y acabó
con 1. gr. y 8. minut. Y de estos movimientos coligen la di-
stancia a la tierra, y ser sobre la Luna, pues siendo esta la mas
velos, y mas cercana a la tierra, es cierto estar los dichos Co-
metas sobre ella, pues son mas tardos, y mas mientras mas
altos, hasta carecer de movimiento, que son los que parecen en el fir-
mamento. Luego todos los Cometas superiores son a la
Luna, y por el tanto se convence no aver cielos solidos, aun-
que fuessen corruptibles; pues moviendose del Sur al Norte,
por la cracicie de qualquier cielo (que se mueven de Occidente a
Oriente) avian de descaecer de su circulo maximo hazia
Oriente, lo cual con evidencia es falso; luego no ay cielos
solidos, y nuestro Cometa estuvo poco mas arriva que la Lu-
na, que aquel dia tuvo 13. gr. y 35. minut. de movimiento, y
el Cometa 11. gr. casi ( pero desto despues ) Y asentado que
su sitio es el de los cielos, sumemos toda aquesta doctrina.
Digo pues, q de las dos especies de ellos, que hemos asen-
tado, los que son caudados, y tienen madeja larga, tienen el
movimiento dicho, como el nuestro; y se engendran en el
cielo planetario de Saturno, a la Luna, y estos duran poco, y
son Faetontes despeñados por sus cursos aviessos, como està
dicho; y destos mismos fueron, el de 1607. y de 1618. y otros
de los que atrás hemos citado, observados de los Autores.
Pero los que no tienen madeja, y son como estrellas claras,
o nebulosas, estas son en el firmamento, libres de movimien-
to, por ser como las fixas, y estas no son tan ordinarias, y du-
D2 ran
Folio 14 verso
ran mas de un año; y dos por la mayor parte. Y siendo innu-
merables los de la primera especie, de esta segunda solas ca-
torze se han visto, y las mas continuas en nuestro siglo. La
primera observó Hiparco 125 años antes de Christo nuestra
salud. La segunda, en tiempo de Adriano Emperador. La
tercera ( como refiere Cypriano Leovicio de Baransano ) en
tiempos del emperador Oton. La quarta, antes del incendio
de Troya, que fue de las Pleyadas, llamada Electra, que
aviendo aparecido muy lucida mas que las demas, oy per-
manece casi imperceptible, y es la que el vulgo llama de las
Cabrillas, que no le vè. La quinta el año 1264 en la ima-
gen de la Casiopea. La sexta, en la misma Casiopea, el año
de 1542. La septima, año de 1577. observada por Tychon,
y otros. La octava, año de 1572. en la cátedra de la Casio-
pea, en el signo de Tauro. La novena en el Zeto, o Ballena,
segun David Fabricio, el año de 1596. La dezima,en el pecho
del Cisne, año de 1600. en los 16 gr. 15. minut. De Aquario.
La vndeziima, en Antinoo, segun Iusto Brigio, este mismo
año. La duodezima, la que observó Plamareto, año de 1603.
en la Casiopea. La dezimatertia, el año antes de 1602. ob-
servada por Iuan Keplero, en el Pes Austrino. La dezima quar-
ta en el año de 1604. en la rodilla del Serpentario, en Sagitario.
Y aun Simon Mario quiso que el año de 1612 se ubiesse visto
otra, en la imagen de Andromeda>. Estas pues son las Elia-
das hermanas de Faeton, fixas, y sin movimiento como ha-
bitadoras del firmamento. Y aun sospecho verisimilmente,
que cinco estrellas nebulosas, y nueve obscuras, que ay en el
cielo, son desta especie, que acrisoladas de los rayos del Sol,
se quedan proyladas con permanencia, como la plata en el
fuego, que consumida del, queda el oro inalterable del mis-
mo fuego. Ya no estraño la competencia que ubo entre Fae-
ton, y Epafo hijo de Jupiter, que es la que puede aver entre
los astros, y estrellas, que Dios criò en el principio, tan no-
bles como de sus manos; ellas imputan bastardia, a las dos
espe-
Folio 15 recto
especies dichas; pero ellas litigando su nobleza, la prueban
del sitio que havitan, y ser descendientes del mismo Apolo,
de sus rayos, y de la pureza, y limpieza de la Ninfa Clymene,
que son las aguas, que residen sobre el mismo firmamento,
como en el siguiente paragrafo veremos.
DESLINDASE LA MATERIA DE
los Cometas celestes.
Asentado que los cielos no son solidos, sino labiles, flui-
dos, tenues y vna raridad, o diafanidad expansa, y di-
lada por todo aquel espacio ( como veremos ) y que
por el se mueven, y discurren los astros, y estrellas governa-
das de sus inteligencias, como las Aves por el ayre, y los pe-
ses por el agua (como dize San Juan Chrisostomo, y San Ba-
silio. ) Entra agora la controversia entre todos los que tienen,
que los Cometas son celicolas, y ciudadanos de aquel espa-
cio celestial, qual sea la materia de ellos. Algunos peripate-
ticos instando en sus exalaciones de la tierra, y con ellos Ro-
thmano, Epigenes, y Iulio Escaligero, y otros, quieren que
estas exalaciones terreas suban, y penetren aquesse purissimo
espacio, y alli sean illuminadas del Sol, y astros sus patrosi-
nadores. Indevido pensar por cierto, aver de criar Dios vnas
noblezas tan qualificadas, tan distantes, tan bien governa-
das por sus inteligencias, y tan guarnecidas, para que la tierra
deslabada las borrase, y manchase, haziendo de los cielos ta-
lamo de sus engendros; como si aquella corte a falta de ma-
teria noble necessitase de la suya tan material, y asquerosa,
barajandose la tierra con el cielo, e introducir alla el desorden
de acà, quando vemos que cada linaje, del propio procura
succesion, y no pasar a otro por perpetuar su nobleza. Como
pues no consideraron, que esta exalacion avia de penetrar
toda
Folio 15 verso
toda la region del fuego sin consumirse, ni alterarse del? Co-
mo no pesaron la tierra, para ver que tamaña exalacion se
podia condensar de ella, para q en el firmamento pareciesse
estrella de primera magnitud, que devia ser 107. vezes ma-
yor que ella, y algo mas? Y si de segunda mas de 90. vezes?
Y si como la mas minima, o de sexta magnitud mas de 18.
vezes? Avia de ser mayor el hijo que la madre, pues aun esta
puesta allà no se veria? Y preguntandoles mas, donde tiene la
tierra el abasto para tantos Cometas como en los ciclos se
an visto, que casi seran como las estrellas conosidas? Luego
opinion poco fundada.
Entre los mismos que llevan, que son de materia celestial,
ay tambien muchas opiniones. Plutarco lib. 3 cap. 12. de Pla-
citis Philosoph. refiere tres de los Pithagoricos, unos dellos
dizen, que son estrellas del cielo como las demas, pero no de
las que se ven siempre, sino otras que aparecen a tiempos,
guardadas para este fin. Nonnulli Pithagorae alumni Cometam
esse ex illorum,quae non perpetuo visuntur numero, sed statuto tem-
pore in orbem recurrere aperiuntur
. Estrellas, o Cometas enca-
jonados, que a sus tiempos se desenfardan y se buelven a en-
fardar. Como si el aparecier a nuestra vista, avia de ser repen-
tinamente como quien corre vna cortina, sino con curso par-
ticular acercandose poco a poco, y creciendo en sus aparien-
cias como sucede al yrse, que proceden de mas a menos ha-
sta desaparecerse. Mas, o vienen por movimiento recto, ò
circular? Si recto, como se pespiden con el circular? Y si vie-
nen con el circular, como en Epyciclo, vendrán directos y se
despediràn retrogrados, o al contrario? Lo cual todo es falso,
luego la opinion lo es. Otros ( dize Plutarco) afirman, que
es vn encuentro que nuestra vista haze con los rayos del Sol
de que resulta el Cometa, como sucede en la reflexion del
espejo. Alli visus nostri ad Solem repercussum, simulacri modo
specularis. Como si los Cometas fueran vistos solo de dia, y
nunca de noche. Fuera de que no se como consideran esta re-
per-
Folio 16 recto
percusion, pues aunque no vbiera vista en la naturaleza ( co-
mo no la ay en los que duermen) el Cometa se estuviera en
el cielo, y no fuera al quitar, y poner, aviendo, o no ojos, que
mirasen. Y remata Plutarco, que otros como Anaxagoras, y
Democrito como mas expertos, dixeron que era vn concur-
so de luces de dos, o mas astros, que coincidiendo resultaba el
Cometa. Anaxagoras, et Democritus, stellarum binarum, vel
plurium interse mutuo collustrantium coitum. Con que conce-
den, que la luz de los astros toma cuerpo, por solo el concur-
so , no teniendolo los rayos, y que en este cuerpo se engendra
vn movimiento, que en los concurrentes, o contrayentes no
ay, tan regular por vn circulo, que aun acabado el aspecto
dura mucho mas; sabiendo que las sombras tanto se mueven
como sus cuerpos. Pero dexando la rudeza de los pasados si-
glos, por las pocas observaciones; oygamos a los modernos.
Cardano, y Tychon, quisieron piadosos, que fuesse ma-
teria coeleste engendrada de nuevo en forma de Globo, que
illuminado del Sol causava la madeja de la parte contraria del.
Esto vltimo es assi mismo de Pedro Apiano, Gemmafri-
cio, y Cornelio Gemma, y casi muchos modernos; pero
en la primera parte recurren a milagro por no hallar materia
en el cielo, y sola la cavellera, o madeja conceden a las se-
gundas causas. Juan Keplero quiso que fuessen de la materia
de los cielos, y que se viessen en el cielo, y tambien en el ay-
re, moviendose con movimientos rectilineos, no admitidos
en la naturaleza, ni verificado en la materia celeste de don-
de se hazen, y deduzen; y si tambien en el ayre, tal vez en la tierra,
contra todas las observaciones referidas, y lo que el mismo
observò. Y aun como refiere Longomontano del, que pue-
den caer en la misma tierra, y penetrarla; con que muchos
juicios finales se pudieran aver visto, y esperar otros; pues
un Cometa del cielo materia tendrà para abrasar la mayor
parte, o toda la tierra, y estos hasta oy no se han visto. Y ultima-
mente Villebrordo Elnelio dixo, que eran una fogosidad del
Sol,
Folio 16 verso
Sol, que respirada del por algunos como poros se desfogaba
arrojandolos lejos, o cerca de si; como se vè en los Bolca-
nes, y etnas, que resuellan llamas disparandolas à distan-
cia. O al modo de las chispas del hierro, que son escamas
de la misma materia inflamadas; con que ya concede, que
proceden de solo el Sol, y no de otros, y que es mas materia
de Cometas, que eficiente de ellos; concediendo tambien
combustible en el, y atenuación, y que tal vez resollara so-
bre la tierra, con Keplero, que no quede de ella pelo, ni huesso.
Estas pues son las opiniones, vamos a la mas racional que po-
damos seguir.
El Apostol San Pedro en su 2. Canonica cap. 13. nos dize,
que las aguas fueron la materia de que Dios criò los cielos,
Latet autem, eos hoc volentes, quod coeli erant prius, et terra de
aqua
. Que es lo que la sagrada Escritura llama firmamento
en medio de las aguas, y lo que aqui llamamos cielo Plane-
tario y sidereo. Del octavo al primero, por firmamento esta
Ra Kiah; ó Rachia, en el Hebreo, que quiere dezir fluxible,
como ayre, o agua estendida sutil, y tenuamente. Assi San
Basilio, y Rabi Esra. Assi mismo Sammaim, esta en lugar de
( en medio de las aguas ) que quiere dezir, alli ay aguas; Sam,
significa alli; y maim, aguas en la forma explicada, con que
los cielos son de su misma substancia frigidos, y humedos;
y aun las que estan ensima de los cielos, fueron para con su frial-
dad (que se dilata hasta la Luna) templar los ardores, y fuego
del Sol, y los astros, que no destruyensen, y abrasassen la tierra.
Assi San Iustino Martyr, quest. 93. >San Basilio, homil. 3. He-
xam. San Ambrosio, lib. 2. cap. 3. Hexam. San Isidoro, lib.
de nat. rerum, cap. 14. S. Thomas sobre el Genesis. Beda de
nat. rerum. Cap. 7 y 8. Y aun la Yglesia lo canta.
Ut unda flammas temperet.
Terrae solum ne dissipet.
Luego ni contradize, sino que apoya, que lo raso, y expando
del cielo sea frio, sutil, y agua atenuada. Item, los cuerpos
lumi-
Folio 17 recto
luminosos de el Sol, astros, y estrellas, dize San Gregorio
Niseno inhexam, q fueron formados al quarto dia de aquella
misma luz primera que Dios crió en el principio, y es la que
en ellos vemos. Pero vamos con San Basilio homil. 6. San
Gregorio Nazianseno, con el Synaita, Procopio in 2. dist. 14.
y otros muchos, que al quarto dia aviendo criado los cuer-
pos del Sol, y estrellas de la misma materia de los cielos di-
chos, recogió alli, y puso en ellos la luz, que crió en el princi-
pio; con que sus llamas, y adores quedaró alli como en car-
rolas nevedas para templarse. Y lo que Aristoteles quiso de
los cielos para q fuessen incorruptibles, esso mismo hemos
de poner para q lo sean, y se hagá alli generaciones por qua-
lidades contrarias, como en los elementos para sus transmu-
taciones. Y esta contrariedad no contradize, pues toda la na-
turaleza corruptible consiste en ellas, y se adorna dellas.
Entra pues la dificultad, si la materia de los Cometas que
buscamos, es de lo raso, y expanso de los cielos, llamado Ra-
ehra? ó es de lo luminoso, é ignito del Sol, y estrellas? No lla-
mo aqui materia á aquella primera de los Filosofos, desnuda
de toda forma, que esta en cielo, y tierra no se hallará; sino
otra informada, como material apto, nato, para estas genera-
ciones; que tampoco las explico como las estirpes, y propa-
gaciones de la tierra, pues no fuera razon no distinguirse en
esto el cielo de ella; sino vna generacion tal, que apenas la
naturaleza la reconozca, ni pueda imitar. Con que digo lo
primero, que de lo raso, y estendido del cielo no parece pos-
sible, ni conviniente por su tenuidad, y subtilidad; donde a
penas puede aver materia que sea sobrada, sino la muy con-
veniente para aquella tela, y sitio; y bastará que sea recepta-
culo de los Phenomenos, dode como las estrellas se mueban.
Lo segundo, si a caso podrá ser peliscarles algo a lo lumino-
so, e ignito del Sol, y estrellas, que parece dan motivo a ello
por la semenjanza de las estrellas vistas, en su luz, forma, mo-
vimiento en vnas, y quietud en otras? Pero tampoco hallo
E con-
Folio 17 verso.
conveniencia, pues fuera la misma razon, que en el expanso,
estando proporcionadas en su peso, y medida atenuarlas, y
alterarlas: ademas que esto mas es mendigarles forma, que
materia y de ella daran lo conveniente, que es la illumina-
cion, que en los Cometas parte sera insita, y parte adventi-
cia, como veremos en su forma; creo que ya, ni en lo raso, ni
en lo luminoso hallamos esta materia que buscamos ; con que
hemos de buscar vna tercera naturaleza compuesta de las dos
dichas, de expanso, y luminoso, y que no tenga materia, y apa-
rato bastante. No ay pues otra en todo el cielo, sino la via
Lactea, o Gallaxia, ( que en el Griego quiere dezir Leche )
luego aquestees el Almacen que buscamos ( según Christiano
Severino Longomontano, en su tratado de Cometas ) que
contiene, assi la materia que Dios con su infinita sabiduría re-
servó alli ( como se ve, y nota en su crasitud ) como luz de
aquella primera que crió; guardada, y vertida aqui como re-
sagos, y retasos que sobraron, assi de lo expanso, como de lo
luminoso en el cuarto dia; materia apta, y ya informada en
parte para dichas generaciones. Llamadas assi Lactea por su
espesura, y coagulación, y por el candor que despide. La genti-
lidad fingiò, que dormida la Diosa Juno, que criaba a la sa-
çon, le expusieron a Mercurio asechadamente, y aviendo
mamado lo bastante, porque la Diosa retiró el pecho, de la
leche que se virtiò en el cielo, le formó este venero Lacteo;
Pero yo digo, que despierta la divina sabiduría, y advertido
el inmenso poder, criado el Sol, y estrellas, en la forma dicha,
depositò esta leche en los pechos del cielo, para venideras
crias, expuestas a sus pechos, que su providencia tenia pre-
venidas en los siglos. Y no obstan las dos razones siguientes.
La primera, que el Filosofo quiso que todo fuesse terreno,
y assi puso la via Lactea en el ayre, aviendola puesto Dios
en el firmamento, convencido, y averiguado de su duracion
desde la creación del vniverso; de su inmutabilidad; no solo
en el sitio que tiene inalterable respecto de las fixas, en su forma
Folio 18 recto
y disposición; sino tambien en su movimiento regular, è
igual con el de las estrellada esfera, careciendo en toda su cra-
sicie de Parallaxes aunque llega, y se dilata por muy gran par-
te del cielo Planetario, como esta averiguado, y recevido de
todos los Mathematicos. Luego no haze fuerça esta razon.
Ni tampoco la segunda, que son los chismes de la atalaya
de Galileo, que observó en este camino Lacteo innumera-
ble numero de minutissimas estrellas, acumuladas, y agrega-
das en partes, con que quieren sea esta Gallaxia, candor que
resulta destas estrellas, y sus cumulos; lo qual aunque es assi
en las estrellas, no lo es en el todo de la luz. Y pruebale, lo
primero, ay mas densidad de expanso, pues la luz halla assien-
to para ser vista, y determinada, que no sucede en lo expanso
de los cielos por su tenuidad, con que solo se ve, ò en los astros,
y estrellas, o en la tierra, que es donde halla densidad. Lo se-
gundo, ay luz en este venero separada de dichas estrellas, pues
la latitud de esta faja se termina con notoria orilla, y la ay don-
de no se hallan estrellas, ni sus cumulos, y la luz de las estre-
llas se termina indefinidamente; y es buen ejemplo el de vn
arroyo que lleva poco agua, que esplayada muestra muchos
guijarros, y chinas, por entre las quales discurre el agua, ter-
minando latitud. Y sino quieren que esto sea assi, concedan
vapores sacados por el Sol, y los astros con sus virtudes, de
aquellas aguas superiores, pendulas sobre el cielo sidereo; y
que estos discurriendo por el expanso frigido, entrando al-
gunos en la via lactea se materian mas, y se informan en los
Cometas que de alli salen a vagar el cielo; con que no queda-
rà recurso a Galileo, y sus sequaces. Pero estoy en lo prime-
ro, y a sus razones, que son muy fuertes como en ellas se verà.
La primera, que en las cosas naturales, y fisicas nada ccon-
vence con tanta apacibilidad, como las demostraciones que
son patentes a los sentidos. Y assi recurrase a contemplar la
via lactea en vna noche clara, y serena del Hybierno, donde
su cuerpo, y densidad de luz, satisfarà. Notorase un circulo
E2 maxi-
Folio 18 verso
maximo , aunque irregular, que abraça todo el cielo para su
abasto, y dar socorro a todas partes. Un taheli bordado de
escarchada plata todo sembrado de luces, y candores. Vn
candor palpable, y fluido con venas como arterias; o como
en los cuerpos vivientes el huesso medular del espinaso, y
vena cava, que proveé assi al celebro como a las demas par-
tes; y aunque irregular en latitud, y en formar circulo pero
sin cortarse, ni discontinuarse en parte alguna, antes en al-
gunas partes haze posas, tebalses, y ensenadas, como donde
nada, y buela el Cisne; y donde la Aguila herida de la zaeta
se cura, y baña. Densa, y profunda donde donde la Casiopea la va-
dea con el vasco de su Cathedra, mas diafana, y clara en los
cortes de la equinoccial, y eclyptica, en dos puntos opuestos;
fines de Geminis, y Sagitario, o principios de Cancro, y
Capricornio, mansiones, y solsticios de Sol. Pasa por cer-
ca de los polos, assi del mundo, como de la eclyptica, casi
vn signo ( o lo que ocupa su espacio ) apartada dellos, don-
de siempre es mas densa, y crasa, como quaxada en estas
partes frigidisimas del Norte, y Sur, donde el arca de Noe,
ò el Argonave de Ion como varada en cristal sirve al aba-
sto austral ( como la Casiopea a la Aquilonar. ) Aqui son fre-
quentes los Cometas, y no tanto en la torrida Zona por ser
alli diafana, quiçà por el calor della, curso del Sol, y de los
astros. Corre pues del Norte al Sur, y de alli circulando
buelve al Norte, en que se reconoce el movimiento que re-
conocen sus partos Cometicos, sin que le halle en todo el
cielo otra causa a quien atribuirselos, sino a la postura de
aquesta faja, o Zona; con que entiendo ya en nuestra Fabu-
la, porque Faeton recurriò primero a su Madre Clymene le
informase, y ella le mostrò el camino por donde avia de yr,
y subir a su Padre Apolo? Assi pues los Cometas alimen-
tados de esta leche, de su postura adquieren el curso del Sur
al Norte, y al contrario para subir a la torrida Zona del Sol.
La segunda razon es fortíssima, porque como notò He-
Kio,
Folio 19 recto
Kio, y lo averiguò, y provò Christiano Longomontano,
todos los Cometas por la mayor parte aparecen en la via
Lactea, y quantos se ven fuera de ella no se puede negar que
salieron de alli; y el no averse visto salir, es porque su prime-
ra aparicion fue de dia; o porque fue muy cercana a los po-
los deprimidos en mucha altura, que ni nacen, ni se ponen
hasta que sus parallelos son mayores; o por nubes, y nieblas
frequentes en los Horizontes, y mas en los polos. Esto a co-
sta aun de los mas extraordinarios, que son los que apare-
cen como estrellas, como en las atras referidas, que las mas
han sido en la via Lactea, o muy cerca de ella, y a sus marge-
nes. La del año 1600 en el pecho del Cysne. La del año
de 1604 en el Serpentario. Y fuera de estas otras quatro en
la Casiopea, como atras quedan referidas. Y en la del año
de de 1572 en la Cathedra de la Casiopea, notó Tychon, y
comunmente todos, que desaparecida, dexó alli vn rastro
estraño en la via Lactea, pues era vna cinta del color de lo
expanso del cielo, con que se verificó ser falta de la materia
que el Cometa consumió en lo que discurrió, y andubo y
no luego se cubriò, sino en algun tiempo, hasta que la ma-
teria cercana se dilatò, y estendió.
Confirmo aquesta doctrina con nuestro Cometa engen-
drado en la oposicion de Sol, y Luna de 14 de Diciembre,
a las 8. horas de la noche; y en la opposicion de Mercurio, y
Luna, a 15 a las 6 horas de la mañana, donde noté vn pro-
digio raro, y fue, que Sol, y Mercurio estaban en la via Lactea, como
constarà de sus sitios, y calculo. Y el Cometa se engendrò
en la misma vial actea sobre el pie de Roda de proa del Ar-
gonave; y su curso fue parallelo a la via lactea, hasta que vl-
timamente feneció en ella misma, a 6 de Enero en el hom-
bro izquierdo de Perseo. Y si se pretende, o pide mas prue-
ba, digo que observè ( y es notorio a todos ) que su madeja
tuvo vn movimiento particular con que siempre se iba vol-
vien-
Folio 19 verso
viendo, señalando, o reconociendo vn punto del cielo, que
fue en la via Lactea, y el lugar que la Luna tuvo en su gene-
racion, y opposicion con el Sol. Quien pues negarà la do-
ctrina puesta, y ser la via Lactea el embrión de los Cometas,
y su formacion; donde sus cursos le imitan terciando el cie-
lo sus circulos, de Norte a Sur, y del Sur al Norte? Y quien
le negarà al nuestro la naturaleza de Luna, y Mercurio ma-
mada en la misma via Lactea donde todos concurrieron?
§. 6.
DE LA CAUSA FORMAL DE
todos los Cometas.
Cierto es, que quien da el ser a todas las cosas, y las còn-
stituye en el ser de tales, diferenciando vnas de otras,
es la forma que cada vna tiene, y guarda; con que pa-
ra proceder con orden en aqueste intento, hemos de averi-
guar succintamente en los Cometas, qual sea su forma ge-
nerica, que conviene a todos, y qual la especial, que los di-
ferencia vnos de otros. Y en quanto a la generica de ellos,
con que empieçan a tomar la forma redonda de los astros, y
serles parecidos, segunda nobleza de la materia asignada
aunque no son permanentes. Digo, que serà no la luz del
Sol, ni la de las Estrellas, sino otra como seminal, que sea apta,
y potente a obrar, como en el resto de la naturaleza se ve en
todas las cosas; dandosela Dios a su tiempo, o infundiendo-
sela a las materias, quando a su divina Magestad mejor pare-
ce conforme los fines que su providencia previene ( como
diremos en las causas eficiente, y final. ) pues como Dios
obra (por la mayor parte) por medios naturales como Instru-
mentos suyos que son, sin alterar la naturaleza. De aqui es
que siendo los astros los mas racionales del cielo, obra con
ellos, y concurre a la generacion de los Cometas, al infor-
mar-
Folio 20 recto
marlos con aquella primera luz guardada, y reservada en la
via Lactea, para este, y otros fines, entrañandola en la ma-
teria alli ya coagulada, y dispuesta por las mismas causas, è
instrumentos; como el calor natural, y nativo en todos los
vivientes, y assi fomentada la materia toma la forma exte-
rior que todos los astros, y cuerpos celestiales tienen, y guar-
dan, que es la circular, y globosa; a que no desayuda el sitio,
y vientre del cielo, o lo expanso del; pues siendo frio no se
disgrega la materia, sino que se contrae mas reconcentran-
dose aquella luz informante, con que con igual distancia de
ella la materia se congloba, y la luz media se abiva tanto,
que llega a parecernos materia ignita, o estrella, que brilla
en el centro del Cometa, y al parecer cavellera circular la
materia illuminada della; forma que nunca se pierde en to-
do Cometa, aunque mas, y mas se baya atenuando hasta
desvanecerse. Y si me preguntaren, que obra aqui el calor
del Sol, astros, y estrellas, pues son instrumentos? Respon-
derè, que como en los vivientes ( y aun en los vegetales ) el
calor nativo adquiere fomento del adventicio, y mas si es
del Sol, assi en los Cometas, los astros calientan el expanso,
o lo tiemplan, con que defienden, y apoyan aquella luz media.
Y pasando a la forma especifica digo, que es aquella con
que un Cometa se distingue de otro; que en lo que tenemos
asentado con Seneca, y Epigenes, no ay mas que dos espe-
cies, vna de los que no parecen estrellas fixas en lo globo-
so, lucido, y en su quietud, y que no tienen mas movimiento
que el rapto, y todo aquesto sin duda les proviene del sitio,
y el lugar donde se ven, que es el cielo sidereo; y lo globoso,
adquieren no solo por la doctrina dicha, sino por la distan-
cia, porque aunque tuviessen alguna madeja, no se podria
ver desde acà, pues ay desde la tierra a su sitio 37. veces mas,
que ay de la tierra al lugar del Sol, y assi cualquier forma
aparente en ellos se reduze por la distancia a la globosa, lo
lucido, y resplandeciente los previene de la copia de mate-
ria,
Folio 20 verso
ria, y forma, pues para que en la tierra se vean assi, es neces-
saria la dicha magnitud, y copia; de donde les proviene su
duracion, por vno, y dos años, ya de la copia, y ya de la
densidad por lo muy frigido de aquel expanso por la cerca-
nia de las aguas, y porque los rayos del Sol no llegan a tan-
ta distancia con tanta fuerça como en el cielo Planetario; y
la humedad alli se va la materia, y la defiende; con que su du-
racion es mucha. La tardanza en el movimiento propio, les
proviene de la copia, y magnitud, igual con el movimiento
de la octava esfera, que es el que a este sitio toca de Occi-
dente a Oriente; con el rapto, y estraño que todos los cielos
tienen; y lo mas cierto, que el criador del vniverso al criar
los cielos dio leyes, y señaló periodos a los astros, y estre-
llas, que por especies de movimiento en sus sitios, ó por in-
teligencias; o como al saber divino pareció conviniente se
moviessen por el Zodiaco, y torrida Zona para los fines mas
convenientes en la naturaleza y para otros a los Cometas Nor-
te Sur, para q assi todo el mundo fuesse registrado del cielo.
Y en quanto a la segunda especie de ellos, que se ven en
el cielo Planetario, con madejas, y cabelleras, ay que des-
lindar en ellos dos cosas, la vna la de sus movimientos si son
o no, respecto del centro de la tierra; o teniendo por centro
al cuerpo del Sol como Saturno, Iupiter, Marte, Venus, y
Mercurio. Tychon, y Mestlino fueron deste ultimo pare-
cer, y quisieron comprobarlo el año de 1577 en el que en
este año se viò, pero su opinion mas es ingeniosa, que ver-
dadera, y en alguna manera Tychon se retratò de ella en el
segundo de sus Progipnasmas pag. 168 con que lo mas ave-
riguado es, que no en circulo exccentrico, sino vno concen-
trico con la tierra como los dos luminares de Sol, y Luna, y
esto sin latitud respecto de su circulo, sino por el indefecti-
blemente con igual distancia a la tierra, como de sus para-
llaxes estar averiguado, y comprobado; y es la corriente opi-
nion de todos, y assi sus efectos son mas censibles a la tierra,
mas
Folio 21 recto
mas tempranos, y eficaces que otros algunos.
Lo segundo de la madeja, o cavellera, es en lo que mas
controversia à havido; y dexando opiniones de poco fun-
damento, la que hemos de seguir es la de Tychon, Chrystia-
no Longomontano, Pedro Apiano, Gemma Frisio, y Cor-
nelio Gemma, a quienes ya siguen todos, y es, que el Sol
con sus rayos illumina el cuerpo del Cometa ( en ambas es-
pecies de ellos ) y con lo igneo, y el impulso dellos se lleva
tras si la materia mas tenue, y mas superficial del, y esta ma-
teria resistiendose, y apeteciendo la vnion de su cuerpo, y
la mayor parte de la materia que la tiene, y llama, sin soltar-
se causa la madeja; hasta que la persistencia de los rayos del
Sol poco a poco las atenua, y consume, sacando siempre ma-
teria de nuevo del cuerpo del Cometa, con que poco a poco
lo trilla, lo atera, y va consumiendo, hasta desvanecerlo todo
por su madeja; llevandose assimismo tras si parte de aquella
luz primera que lo informava, como en los vivientes el yr-
se acabando su calor natural, con que la madeja es vn pro-
fluvio de la misma materia Cometica, mas lucido que en su
cuerpo, por mas tenuo, y sutil, mas largo, y dilatado si la ma-
teria no es muy densa, y compacta; mas corto si muy den-
sa; y mas eficaz, y fuerte ( por la illuminacion del Sol ) que en
su cuerpo, por que alli vnidos sus rayos en el centro salen mas
fuertes a la parte contraria del prosluvio, con que su eficacia
en la tierra es muy censible. Desta doctrina dicha darè dos
ejemplos, y sean los siguientes.
El primero, que una vela encendida puesta a los rayos del
Sol, quando mas abrasa, se notarà a la parte contraria de sus
rayos un humo sutil, o un fomite, que lo lleban tras si los ra-
yos del Sol del mismo fuego de la vela; que hara pues en la
cercania del ciclo planetario en el cuerpo del Cometa? El
segundo ejemplo, un cristal, o vidrio cristalino labrado con
superficie combexa, oppuesto al Sol rectamente, por la parte
contraria despide sus rayos unidos, dexando un rastro lumi-
F noso
Folio 21 verso
noso por el ayre, y hiriendo a tal distancia alguna materia
sutil la inflama, y enciende. Luego la luz del Sol adventi-
cia en el cuerpo del Cometa, le da mas viveza, y en parte se
informa, y en el todo es el que causa la madeja. Y assi tienen
observado los Autores alegados, que siempre es diametral-
mente a la parte contraria del cuerpo del Sol. Y aun Tychon
quiere que tal vez causen lo mismo la Venus, y demas astros;
como el, y el Mestlino lo pretendieron averiguar, y lo afirma-
ron del de 1577 pero en la Venus, no puede aver tanta efi-
cacia de luz, que no sea el Sol siempre el que lo es mas que
todos los astros juntos; si bien concederemos facilmente,
que se debe atender a las radiaciones, y aspectos del Cometa
con todos los astros, en particular con el Sol, y Luna, y
toda conjuncion con astros, y estrellas, que siempre es la
mas fuerte, y eficaz para notar sus efectos.
Esta doctrina parece no poderse verificar en nuestro Cometa
que tuvo la madeja atravesada, al principio hazia el
Nordeste, despues fue torciendose hazia el verdadero Le-
ste. A 23. de Diziembre fue oppuesta diametralmente al Sol,
apartado del cinco signos, y despues apuntó del Leste, al
Sueste, todo a las ocho de la noche. Luego falsa es la doctri-
na, ya admitida? A que respondo, que el que entendiere de
las refacciones, y reflexiones de los rayos del Sol, no estra-
ñarà lo dicho, ni dexarà de atribuir a la illuminacion del
Sol la madeja; y se vè en vn espejo azogado, que oppuesto
al Sol quiebra sus rayos, y buelven a salir reflexos por vn an-
gulo agudo, o obtuso. Y los niños assi los entran por vna
ventana, o por donde quieren; siendo pues muy denso, y
opaco el cuerpo del Cometa en su centro, y demas partes,
que los rayos del Sol no lo pueden penetrar por opposicion
diametral, necessariamente se han de quebrar, y aviendo
quebrado han de salir reflexos por algun angulo, llebandose
tras si lo sutil, y tenuo de la materia por aquella misma parte
que salen, como en este nuestro sucedió.
Ade-
Folio 22 recto
Ademas, que ay algunas virtudes en el cielo tan fuertes,
y eficaces ( y mas si son cercanas al Cometa, y de su propia
naturaleza, y fucion las que como instrumentos principa-
les concurrieron a su generacion ) que llaman al Cometa a
aquella parte, como la piedra Iman al Azero, y no pudiendo
atraer todo el cuerpo, ya por el velos curso que lleva, y ya
por su grande corpulencia; llama, y se lleva hazia si lo sutil,
y tenuo, que es el prosluvio, y madeja; con que illuminada
del Sol, y desmentida de su cuerpo se dexa llevar de aquella
virtud aunque sea transversal; Saltim, inclinandose a ella; cosa
que fue de mi muy observada en nuestro Cometa, que sien-
pre apunto a vn punto del cielo, bolviendose hazia el, y fue
en la via Lactea, en el mismo lugar que la Luna estubo en su
primera aparicion en la opposicion de Sol, y Luna; y de Mer-
curio, y Luna. Razon muy fuerte para assentar su natura-
leza de Luna, y Mercurio, como tenemos dicho, y adelante
comprobaré. Y pruebase ser assi, en que nuestro Cometa,
fuera de haver sido velosissimo ( casi como la Luna en su
principio ) fue de mteria poco compacta, como se viò en
su poca duracion de 23 dias, con que en su principio tuvo
mucho profluvio, y madeja; esto es a 17 y 18; ya 19 fue
muy poca, porque llamado de aquella parte del cielo la atrujo
a si con fuerça, casi desnudando al Cometa de aquella ma-
deja, y nunca perdiò esta inclinacion, y respecto.
En esto de la forma, solo nos resta responder a vna difi-
cultad fuerte aparentemente; y es, que nos diràn; como en
muchos Cometas ( y aun en vno del año de 1618 se vió )
suelen echar la madeja larga, y archeada a modo de palma
curba, y doblegada, que llaman Cornu, supuesto que los ra-
yos del Sol son directos; y quebrados, la reflexion tambien
es de rayos directos? Ytem, que la virtud, y eficacia de la
parte de ciclo que llama, siempre llama por camino brevis-
simo, que es el recto, con que si ( en casi todos ) la inclinacion
alli es recta, como en otros es curba y arqueada? A esto res-
F2 pon-
Folio 22 verso
pondo, que la virtud que llama es poca, y no vence a la de
los rayos del Sol en llebarse tras si el prosluio, con que la
virtud que llama, se lleba tras si solo lo subtilissimo de las
ultimas partes, y no lo muy gruesso, que a esto lo defiende
el impulso del Sol, con que se causa la curvidad dicha. El
exemplo es muy llano, en vna madeja de cavellos puesta fi-
xamente en vn arroyo que corre, claro es que la cabellera
bañada del raudal derecha estarà siempre a la corriente, pe-
ro si de la punta de la cabellera, atado vn hilo a ella blanda-
mente, se llamase a alguna parte; se arquearia sin duda, ya lle-
vada de la corriente, que suponemos mas fuerte, y ya del
hilo que llama floxamente; pero si se llamase con mucha
fuerça que venciese al impulso del agua, rectamente se tor-
ciera. Con que hemos procurado satisfacer a todas las du-
das que en la forma de los Cometas se ofrecen, dexando
otras de poco momento.
Solo nos resta responder , a la causa de empeçar los Co-
metas tan veloces, y acabar tan tardos, descaeciendo siem-
pre con regularidad de su velocidad. A que digo, que pro-
viene de la copia de materia, y de aquella luz formal inter-
na, que siendo todo valido, y fuerte en su principio, se mue-
ven velozmente; y como vno, y otro se atenua, gasta y con-
sume; proporcionalmente, afloja el curso, y se debilita; o sea
impulso externo ( como en los Cometas artificiados de la
polvora ) o sea virtud interna, como lo es nuestro calor na-
tural, que el debilitado, todos los espiritus animales se de-
bilitan, y descaecen en sus operaciones, siendo causa desta
devilidad el Sol, que los atèra, debasta y abraça. De donde
en nuestra Fabula quedarà entendido, que aunque Faeton
era hijo del Sol, y eran sus hermanas las Eliadas, su Padre
Apolo despidiò un rayo, con que las convirtio en humo, o
transformò en Alamos negros, para significar su adustion, y
que a sus propios hijos debasta, quema, y abrasa con sus ra-
yos, dandoles muerte con lo mismo que les dio vida, y ser.
§. 7.
Folio 23 recto
§. 7.
DE LAS DOS CAUSAS DE LOS
Cometas Eficiente, y Final.
He dexado para aqueste lugar, a la causa eficiente de
los Cometas, para maridaje con la final; y de vna y
de otra sacar en nuestro provecho; un eficaz colirio, que
nos limpie los ojos Lepidos, o nos despierte al hazimiento
de gracias; en que estamos empeñados, por los avisos que
se nos multiplican en cielo, y tierra; ya de regocijo, y ale-
gria, y ya de futuras amenazas, que quiça instan para que à lo
fervoroso de las oraciones, en los mysterios piadosos, que-
den anegados, y deshechos los Cometas, y señales en que
reconozco, no solo efectos sobrenaturales, sino otros natu-
rales, vnos piadosos, y otros minases; Y ultimamente vnos
misericordiosos, y otros justicieros; pero la justicia embai-
nada en la misericordia, donde solo asoma la empuñadura
para desenbaynarla a su tiempo. En aquel diluvio vniversal Gen. cap. 9 puso Dios en el cielo por señal de paz vn Arco
Iris, que hasta oy vemos, y veremos. Arcum meum ponam in
nubibus coeli, et erit signum faederis inter me, et inter terram
.
Pero quien no nota, que el Arco es mas señal de guerra que
de paz, pues en el se aptan las zaetas; y es assi sin duda, por
que si en lo ceruleo del Iris del cielo, encerró, y concluyò
Dios los diluvios vniversales, fue añadiendo colores como
señales, que nos bosquejasen su justicia enbaynada. En el
verde, que esperasemos los diluvios particulares, y sus eno-
jos por mar y tierra; en el pajizo claro, los ventiscos, y hu-
racanes con los destemples del ayre, y de los humores; iras
templadas deste Arco; y en el color rojo y encendido, no
solo los herbores de coleta, y sangre, pero las ignitas seña-
les del cielo, con las demas en Sol, Luna, y Estrellas, hasta
el incendio universal del juicio; donde las Estrellas, o su
fuego
Folio 23 verso
fuego se vendràn a tierra, puerto abierto para entonces. En
verdad que lo profetizò assi todo S. Pedro en su canonica 2.
cap. 3. Latet enim eos hoc volentes, quod coeli erant prius, et terra
de aqua, et per aquam consistens Dei Verbo; per quae ille tunc mun-
dus aqua inundatus per?t. Hasta aqui el diluvio; y luego pro-
sigue. Coeli autem qui nunc sunt, et terra eodem Verbo repositi
sunt igni referuati in diem iudic?
. Esto es assi en las señales de
paz, para de las entrañas de las aguas ( alli encerradas ) desem-
baynar el fuego en el juizio final. Y en verdad, q es lo mis-
mo en las señales del cielo de todo punto espirituales, y mis-
steriosas, como las que nuestro Evangelista San Iuan viò en
en su Apocalipsis, en que no solo se representò el estado de
la Iglesia santa, y los mysterios de Maria Immaculada, sino
el estrago, ruyna, y devastacion de Hierusalem, en opinion
del doctissimo Padre Alcaçar, que dize. Censeo enim cum Hen-
tenio, et Salmerone Hierosolimae ruinam in Apocalipseos Profesia
contineri. Con que diré de los Cometas, que la causa eficiente
dellos es Dios, y el cielo; la primera como principalissi-
mo eficiente para sus fines, y designios inscrutables; y las
segundas como instrumentos naturales; con que no dexamos
recurso a los Estoicos para poder prevenir Cometas, pues
ninguno de los mortales podrà dezir, donde, como, con que
movimientos, y que circulos seguiràn, pues todo dimana
mas de la primera causa, que de las segundas, como en la
dellos toqué.
Y porque a las segundas causas, medios, é instrumentos
con que Dios obra en la naturaleza, no les neguemos tener
eficiencia natural, digo que en los Cometas son los genera-
lissimos, las maximas Conjunciones de Saturno, y Jupiter,
como la que precediò año de 1603. Y los Eclipses de Sol, y Luna, muy cercanos al Cometa; los especiales son, la oppo-
sicion, o conjuncion de Sol, y Luna, que le procedió, a que
casi siempre se le atribuye la aparicion, porque nunca per-
fectamente puede constar su primera manifestacion. Ptho-
lomeo,
Folio 24 recto
lomeo, y comunmente todos, señalan otros dos generales
insendiarios, que son Marte, y Mercurio, en qualquiera de
sus aspectos, pero nunca se pueden negar los referidos; ni
los particulares aspectos al punto de su possesion, y jura en
el cielo. A 15 pues de Diciembre, en las dos opposiciones
de Sol, y Mercurio, con la Luna, passo Mercurio a Capri-
cornio, y tuvo con Marte quadrado platico; con que ni esta
razon ha faltado para que nuestro Cometa sea Mercurial, y
Lunar, y lo mostró en su color, velocidad, tenuidad, y trans-
formacion; siendo el sitio que ocupo en el cielo, entre el de
Mercurio, y Luna, y no mas, ni menos o no ajustaran las
Parallaxes, ni la Trigonometría los que dixeren otra cosa.
El fin del cielo en aquestos despeñados Faetontes, es pur-
garse de algunas heses, como en toda la naturaleza se reco-
noce; y en los mayores cuerpos de ella, el Mar con su con-
tinua inquietud las aparta de si, arrojando a sus orillas todo
lo que le es adventicio, sin consentir immundicias; la tierra
las corrompe, y en exalaciones se las remite al fuego, como
se vè en sus metheoros; el fuego no las admite, o las despide
en humo, purgandose assi todos los elementos; luego ni el
cielo, que es mas puro, y limpio, valiendose de las luzes de
los astros para que las dispongan, como ministros del S I. juez
de aquesta politica, y policia espejada, y el con gala, con honra,
y sin publicar faltas, o sobras de aquel talamo, illuminandolos
los quema, deslie, y consume, hasta espejar, y despejar su
plaça, y carrera; para que en ella no aya en que tropezar.
§. 8.
EFECTOS BUENOS, Y MALOS
de los Cometas.
No ay duda que los Cometas por la mayor parte son
Lugubres, y Minases; poco expertos en el estilo, y
doctrina de los astros; distantes de su nobleza, hidal-
guia,
Folio 24 verso
guia, y apacible aspecto, y condiciones; novicios de aquel
professado de luzes; impolutos, o poco politicos, y assi no
aprobados en aquel orden, sino expulsos del; con que nunca
paran en bien, sino que despeñados, y precipitados se pier-
den; y ya que ellos no lloran su desastre, hazé llorar a otros.
Harto bien està significado en nuestra Fabula, en las Elia-
das perpetuas plañideras del Eridano, haziendolo caudalo-
so, y colmandolo con las avenidas de sus lagrimas, saliendo
de madre, porque Faeton su hermano salió de padre; con
que siempre permanecen tristes; y melancolicas, como les
cantó Ovidio lib. 2. Meth.
Nec minus Eliades Lugent, et inania morti
Munera dant lachrymas, et cesae pectora palmis, etc.
En estas pues tenemos significada la otra especie de Come-
tas professas en el mongio del enclaustrado firmamento, de
donde nunca salen, ni se mueven, y a solo el torno de este
cielo pueden ser vistas. Estas pues assi como las estrellas ne-
bulosas, y obscuras, quieren los Autores, que siendo arrepen-
tidas, sean lagrimas, solloços, y llantos sus efectos. Y assi
Hyginio lib. Fabul. cap. 192. hablando de la Electra vna de
seu Virgilis, maerens crinem solutum gerit, quae Cometes appellatur,
sive Longodones, quia in longitudine producitur; ea autem stella
luctum portendit
. Y quiça aun de su presencia, y compañía
salieron lloronas todas catorze hermanas, siete Hyadas, y
las siete Pleyadas ( como dize lo mismo Hyginio ) estas la-
mentando la muerte de su hermano Hyante, como las Elia-
das la de Faetonte.
No por eso se colige, y queda comprobado, que todo
Cometa sea mal quisto, y el malsin del cielo, y que solo tenga
gusto cuando vè, y haze llorar; porque aunque esto sea assi
en muchos, ay Cometas tambien placidos, alegres, musi-
cos, y cantores; amigos de festines, y que son correos, y
Folio 25 recto
portadores de buenas nuevas, que quando Dios los pone,
y da lugar en sus cielos, siempre es con mysterio, y no siem-
pre para asolar el mundo; antes asolado con el Iris hermoso,
y agradable, perpetuó pazes en la tierra, y enjugó vn dilu-
vio de lagrimas. No son aquessos cielos papel batido don-
de Dios escrive pronosticos felicíssimos a los hombres con
letras resplandecientes, digalo Ioseph Genes. 39. n. 9. que
el Sol, Luna, y estrellas le adoraban en presagio de la felici-
dad que le esperava? Vidi per somnium, quasi Solem, et Lunam,
et stellas vndecim adorare me?
El estado, y aumentos de la
Iglesia santa, y la santidad de Maria purissima, no se la reveló
Dios a su amado dicipulo con estas mismas letras, y en este
mismo papel, Apoc. 12. Signum magnum apparvit in coelo? Y
no solo en las cosas de tan profundos mysterios, y a los hom-
bres tan grandes como a vn Evangelista, sino aun a los hom-
bres muy humanos se digna Dios ( sin envilecer sus letras )
de avisarles por ellas prodigios, y portentos de gusto.
Iustino en su Historia lib. 7. dexò escrito del Rey Mi-
tridates, que al nacer, y al empeçar a reynar, se vieron dos
Cometas en el cielo, que cada vno durò setenta dias. Mitra-
dates Rex quo genitus est anno, et eo quo regnare primum caepit,
stella Cometes per vtrumque tempus 70. diebus ita luxit, ut coelum
omne constagrare videretur
. Vencian estos Cometas a la luz
del Sol, y ocupaban la quarta parte del cielo. Magnitudine sui
qnartam partem coeli occupaverat et fulgore sui Solis nitorem vicerat.
Al nacimiento del grande IAlexandro ( dize el Padre Fr.
Felipe BosKhiero en su Ara coeli ) precedieron grandes pro-
digios, y portentos; viose pelear al Sol con la Luna; muchas
piedras sudaron sangre; de dia se vian muchas Lunas en el
cielo; en claridad solian competir las noches con el dia; caian
del cielo, piedas prodigiosas; siete dias continuos cayò gra-
nizo; y otros prodigios. Sol visus est pugnase cum Luna. Saxa
saenguine sudaverunt.Interdiu, plures Lunae in coelo apparverunt.
Nox ad plurimam diei partem tendi visa est; tunc, et saxa de nu-
G vibus
Folio 25 verso
vibus cecidere, et per septem dies grando, lapideisque testarum frag-
mentis inmixtis, terram latissime verberauit. Y con esto no se
acabò el mundo, ni fue el juicio final, sino que naciò un Ale-
xandro magno; que de grandes algunos hombres tiene la na-
turaleza al parirlos grandes dolores. Que mucho que el cielo
que pare sin dolores, al concebirse Maria ( en la representa-
cion de nuestra sagrada Vision ) el Sol, Luna, y estrellas, le
formassen saraos todos juntos de las manos. Signum magnum
apparvit in coelo, etc.
Al nacer Augusto Cesar, hijo de Octavio, viò vn nuevo
Sol en sueños, y su madre Accia, viò assi mesmo, que su vien-
tre se le entumesia, y dilatava de tal suerte, que llegava al
cielo, y que ocupaba con el toda la redondes de la tierra, assi
lo refiere el R. P. Cornelio Musso. serm. de Nativit. Domini.
de donde aquel grande interpretador de sueños P. Nigidio
Figulo les dixo. Imperatorem genuistis, et dominum mundi fu-
turum. Aveis engendrado a vn Emperador, que dominarà
el mundo todo.
Polydoro, y Vegesio lib. 16. de su Histor. Anglica, refie-
ren, que al nacer el niño Edobardo, hijo de Henrico tercero
Rey de Inglaterra, se viò vn prodigioso Cometa en el cielo
por algunos dias, antes de salir el Sol, y que se movia velo-
cissimamente. Sub cuius ortum adparuit stella immensae mag-
nitudinis, per aliquot dies, ante Solis ortum, quae per longum coeli
tractum veloci, crebroque cursu ferebatur. Y significo la dilata-
cion del Imperio de aqueste Rey, como el mismo Vegesio
dize. Quo sane ostento futura Edouardi patris ampitudo, velut ex
oraculo quodam pronuntiata dicitur
. Refierelo BosKhiero.
En el Has, o Fardo de los tiempos, se refiere, que en el
de Càyo Iulio Cesar, se vieron en el Oriente tres Soles, que
poco a poco se ivan aunando hasta convenir en vno solo;
grande prodigio, dize su Autor. Tres Soles in coelo versus Orien-
tem adparuerunt, qui paulatim in unum corpus solare redacti sunt.
Grande spectaculum, Grandium signum fuit. Y significò que
las
Folio 26 recto
las tres partes del mundo, Asia, Africa y Europa, avian de
concurrir en un dominio, de Lucio Antonio, y Marco An-
tonio. Assi lo juzgaron los presagientes de aquel siglo. Pero
mucho mejor sintiò el Autor de la Historia, que dize. Vel
Potius unius, trinique Dei notitiam in toto orbe mox pervagatu-
ram. Mejor juicio fue colegir la dilatacion del inefable myste- to
rio de la Santissima trinidad, por todo el mundo, que se
avia de seguir a este prodigio; y assi se avia de sentir, y juzgar
de todas las señales del cielo.
Aquella prodigiosa, y nueva estrella, que apareció a los
tres Reyes Magos, en el Oriente, no les fue de suma dicha,
y felicidad pues San Iuan Chrisostomo en su obra imper-
fecta Homil. 2. sobre el cap. 2 de S. Matheo quisiettao que fuesse
estrella Loquas, cuya forma era de Cruz, y un niño en ella,
que les dixo, que caminasen a Galilea, y los instruyó. Ad-
paruit eis descendens super montem victorialem, habens inse for-
mam quasi pueri paruuli, et superse similitudinem Crucis, et lo-
cuta est eis, et docuit eos, et praecepit eis, ut proficicerentur in Iu-
deam
. Y quando esto no fuese assi ( por que no passa por ello
S. Thomas en sus opusculos, tampoco passó por el myste-
rio Immaculado, y oy lo aclamamos, y el mundo lo acla-
ma ) Mayor prodigio fue ser instruidos interiormente de vna
estrella, Loquas en el espiritu, sin forma mas que de estrella,
que hablar materialmente? No vino esta estrella a turbar à
Herodes, a alborotar a Galilea, y a publicar la aparicion de
Christo, para que le jurasen por Rey? No vino a apuntar con
los dedos de sus rayos al Niño Dios, usque dum staret supra
ubi erat puer? Pues que temeridad, y descamino serà dezir,
que aviendo aparecido nuestro Cometa, a 15. de Diziem-
bre, octavo dia de la Immaculada Concepcion de Maria
Purissima, y desvanecidose a 6 de Enero, dia de la aparicion
del Hijo, avia venido a publicar la aparicion de la Madre,
vsque dum start supra vbi erat Maria? Previniendo el regocijo
general a esta quarta parte del mundo de su Immaculada
G2 pure-
Folio 26 verso
pureza. Festejo impensado, y menos prevenido, celebrado
en aqueste mismo mes, a los 19 dias del, de una atenta Uni-
versidad; de todas las esclarecidas Religiones; de Principe
tan devoto, tan magnanimo y grande, que solo a su sombra pu-
do brillar tanta luz como la que se ha esparcido; y de una Ciu-
dad noble, y piadosa, donde cada vno a sido un Cometa de
aqueste soberano mysterio; cuyas relaciones otros escrevi-
ràn ingeniosos.
Antes de passar a mas mysterios, y prodigios, quiero
acreditar mi Cometa, con los mal contentos del, por no-
minas, pues quieren leer las letras como de Anagrama. Y
digo, que el Rey de Liguria en Italia, llamado en nuestra
Fabula ( de los Cometas ) Cygno, como està dicho, por la
muerte de Faeton le convirtió Apolo en Cysne, por agra-
decerle sus finezas, trasladandolo despues al cielo, y estam-
pandolo en la que llamamos imagen del Cysne, que cae en
la misma via Lactea , trocandole el denegrido Eridano en
aqueste rio Lacteo. De aquesta Ave pues se dize, que es
cantora, y que al morir desplegadas las alas, como velas para
el cielo, burla con consentos harmonicos lo amargo, y llo-
roso de la muerte; assi lo cantò del Zeneca in Hippolt. act. 1
V. 300.
Candidas Ales modo mouit alas,
Dulcior vocem moriente Cygno.
Y Virgilio Eclog. 9. V. 29.
Cantantes sublime ferent ad sydera Cygni.
Aquesta Ave siempre fue tenida por de felices pronosticos
entre los antiguos, assi lo notò S. Ambrosio, y Jerónimo
Ruchelo, en la empressa de Cornelio Muso, y para prueba
dixo aqueste verso.
Cygnus in Auspic?s semper laetissimus Ales.
Pierio trae vn Hieroglifico del Cysne, y ponele por titulo:
Navigatio secunda. Navegación prospera, y feliz, porque vien-
do a esta Ave los marineros, lo tenian por alegre presagio,
y assi trae de Virgilio, que dexo dicho lib. 1. AEneid. V. 396.
Ni
Folio 27 recto
Ni frustra augurium vani docvere patentes,
Aspice Bissenos Laetantes agmine Cygnos.
Y lo mismo otros muchos. Ya reconozco pues por felicis-
simo, dichoso, y alegre a aqueste siglo, cantor de maravillo-
sos mysterios; pues en el se han visto quatro estrellas nue-
vas en el firmamento ( sin la prodigiosa de 1572. en la Casio-
pea ) concurrencia jamas vista en los pasados siglos; y la pri-
mera de ellas al Año de 1600. aun mas refulgente, y bella
que el luzero de Venus; en el mismo pecho del Cysne, en-
gastada alli en blanda, y blanca pluma, bañada en el Lacteo
alcanfor, señal de pureza; entretenida alli por largo tiem-
po con la suave voz que en ella misma sonaba, pues brillando
las luces en el pecho, despedia rayos musicales por la flauta
gutural del dulce Cysne, que la publicava dichoso pronostico
del siglo que empeçava. Y vemos, que ya lo media la Imma-
culada pureza en nuestras aclamaciones, no merecida de los
pasados siglos.
Ademas que el mas sentido me responda, que nos ha in-
dicado, vna maxima Conjuncion el año de 1603. y en 52.
años cinco estrellas nuevas; y en el cielo planetario hasta
ocho Cometas, todos de vna casta, lucidos, claros, y her-
mosos, formando palmas victoriales? A que atribuyremos
quatro Cometas juntos el año de 1618. desde onze de No-
viembre ? No fueron señales prevencionales del gusto, y
celebridad que vbo este año, de nuestro soberano mysterio
en las quatro partes del mundo, donde ellos asomados en
aquese valcon oriental del cielo, influyan publicos regoci-
jos, y admirando nuestros amorosos afectos, aun se alegra-
van de ver nuestros materiados Cometas, donde aquesta
Athenas Americana illuminó el ayre, y abrasó al cielo con
afectos fervorosos? No multiplico Cometas, no, oigamo-
selo a Christiano Severino Longomontano, que nos dize
Hoc animadvertione dignum est, quod eodem anno 1618. paullo
ante vltimi Cometae exortum ( quod nescio an unquã autea factum
sit.)
Folio 27 verso
sit. ) duo al? Cometae magis monstruosi apparverint. Los dos de
ellos vimos, que formavan en el cielo, o distinguian alum-
brando el mundo, una Zona torrida; los otros dos como
Legados de los primeros, vno al Norte, y otro al Austro, co-
mo prosigue el alegado Autor. Alter in Septentrione sub Vrsa
Mayore, velut magni huius vltimi Legati adfuturi internumtius, vel
custos; alter inmeridie tamquam eundem Legatum magnum instruxisset,
viresque tribuisset etc. Legados, o correos, dize que fueron
de los primeros, a publicar nuevas en todo el mundo, quien
lo duda? Pero pasemos a nuestro Cometa, que ya nos insta.
§. 9.
DESCRIPCION, Y SEÑALES AD-
mirables de nuestro Cometa.
A los 15 dias del mes de Diziembre, del año de 1652.
el Sol, y Mercurio con la Luna, somorgujados en va-
ños de Leche, el dia octavo de la Immaculada pureza se
penetraron sus rayos diametrales, sin enemiga opposicion;
antes si de amistad convenidos, para que la tierra media
gozase,assi a la Luna llena, como al Sol refulgente; que si
antes en conjuncion, fue cifra en el cielo vista, y escrita assi
al sagrado Evangelista, ya para decifrarla al mundo, ha de
ser llenandose de luz todos los astros hazia el. Aqueste mis-
mo dia pues ( ò piedad immensa de Dios ) surgieron dos
avisos en nuestro dichoso hemisferio, vno ya surcado el
Occeano en el Puerto de San Juan de Ullua, otro en el cielo,
puerto abierto de S. Juan Evangelista, de donde nos avisa.
El del mar alegre nos despliega, y publica nuevas alegres de
la que es estrella del mar; de quien Iuan Hierosolimitano
lib. Inst. Monach. cap. 32. dixo. Licet nuvecula illa esset origi-
naliter eiusdem naturae cum Mari, alterius tamen fuit qualitatis,
alteriusque propietatis; Mare quippe ponderosum est, et ama-
rum, sed nuvecula illa leuis suit, ac dulers
. Esto dize de la nuve-
sita
Folio 28 recto
sita leve de Maria Santissima, vista, y profetizada por Elias
3. Reg. cap. 18. como una huella de hombre. Aqui conside-
rola el Hierosolimitano Juan como nubecita leve; y aunque
originaria del Mar, purissima, y de otra qualidad; pero sien-
do estrella del Mar, dirè ya con San Juan Chrisostomo, que
es estrella en quien se viò, no solo vna huella de hombre, sino
vn niño Dios, y hombre. Y con San Juan el de Pathmos,
que es vna constellacion entera en aquel expando purissimo
del cielo; donde no de exalaciones de mar, y tierra, que allà no
llegan a manchar, ni lucir, sino que pues alli ay aguas coelemen-
tares destas, purissimas, y espejadas, dirè que siendo aquella
muger ( alli señal vista Signum magnum .) de nuestra misma
masa, y naturaleza, que es la de Adan, siendo la de acà im-
pura por la culpa original, aquellas representan la pureza de la
justicia original, y dellas mas que destas se levantò el vapor
cristalino é immaculado, que la divina gracia vaño en Leche
en el instante de su Concepcion, formandola alli; ya nuvesi-
ta leve, como la huella de un hombre, porque ya se recono-
cio luego su maternidad de un Dios humanado; y ya nuve
estrellada, o estrella nebulosa, que en aquel instante creció
tanto, que passò a constellacion compuesta de Sol, Luna, y
estrellas. Y assi Alberto Magno, sobre Signum magnum, dixo,
que destas doze estrellas, que fueron doze privilegios de Maria,
el principal, o primero fue su pureza original. Prima stella, et
primum privilegium Beatissimae Virginis fuit peccati immuni-
tas. Y pruebalo con la autoridad de mi gran Padre Augusti-
no. Que mucho pues que en aquesta misma conformidad,
nos aya hablado por su aviso el mar, al mismo tiempo que el
ciclo por el suyo habla.
PROSOPOPEYA.
Introducese el Cometa en persona de Mercu-
rio, ( como de su naturaleza que es ) con-
versando con la Paloma de Noe.
Hablò
Folio 28 verso
Hablò pues, o por hablar surgiò en el Ethereo Pielago
el arca de Noe, o el Argonave de Jason; diò fondo en
la Baia Lactea, y Galeta Austral, donde encallada en
arracifes de estrellas, sin estrellarse; un Lenguado Cometa de
que la nave venia preñada, y lastrada, se precipitó dirigen-
te por la popa ( camino estraño de nacer, porque estraño lo
ordinario a que no venia ) saltò en el cielo, como quien sal-
ta en tierra, que en el todo fue uno, y aun mismo tiempo.
Apareciò Mercurio ya adulto, y con la leche en los labios
de la Diosa Iuno, se vistió de los resplandores de Diana, de
cuya naturaleza venia envestido, y cubriendose la cabeça
con tres infulas, como encavellado Trismegisto, calçose sus
alas por espuelas, y atravesó al oriente su madeja o Caduseo;
quiça porque venia de paz, y a tratarlas, que assi lo notò Am-
brosio Calepino. Quod contentiones, et bella cadere faciat. Con
que a todos los embajadores, que vienen a tratar pazes llaman,
Caduceatores, como lo dize Titolibio lib. 6. Asdrubal cadu-
ceatorem mittit. Lo mismo Marsiano in.1. 8. ff. de rerum di-
vitione. Y tambien S. Isidoro en sus ethimologias. Y como
refiere Plinio lib. 29. Hist. nat. Cap. 3. entre muchas nacio-
nes fue el Caduceo simbolo de paz
; y quiça tambien porque
tres borlas en la cabeça, con capirote de luces, sin Caduseo
en las manos de las ciencias que professava, no pareceria
decente Comissario de la Universidad de luces, viniendo a
tratar mysterio grande con la Athenas Mexicana, del festejo
que se devia prevenir a la Immaculada Pureza, cuyos pies
besava, y benerava en el primero cielo, con la Luna. En fin
Mercurio Principe de la eloquencia ( adornado de todas len-
guas, como Homero dixo.
Linguas imponit in igne,
Interea accensus fundunt libamina linguis.
Como legado de los Dioses, y del grande Iupiter, como
Horacio cantò, oda. 10.
Te canam magni Iovis, et deorum nuntium.
Y Ovi-
Folio 29 recto
Y Ovidio lib. 5. Fastorum añidiò, que era Embajador de los de
cielo, y tierra. Pacis, et armorum superis, imisque Deorum
arbiter, alato, qui pede carpis iter. )
Diò principio a su embajada; y el lenguaje con que habló,
aunque cifrado, fue assi.
Transformado ya el Olympico Embajador Mercurio;
echado ya el cordel de su circulo maximo por el Zenit Me-
xicano, donde cortò la Ecliptica; y ensartado en el, tomó
postas levantando el buelo, del Sur, al Norte; y en su prime-
ra jornada ahiló a la venta, y hosteria de la Paloma de Noe;
saliole alegre al dichoso encuentro, que de buelta se recogia
al sagrado del Arca, reconocido el naufragio general, y la di-
minusion de sus aguas, que ya abatidas descollaban los oli-
vos, de que entramada traya señas; como Prudencio cantó.
Nuntia diluu? iam decresentis ad Arcam,
Ore Columba refert ramum viridantis olibae.
Saludados los dos guespedes en aquella apacible, y amena
Hosteria, pasando la noche en vela, y en amorosa, y dulce
conversación; tomò primero Mercurio la mano en darle
quenta a la Paloma de su disfras, y transformacion; del lar-
go, y dichoso viage que avia traydo en la misma Arca donde
ella se embarcava; diole parte como era Nave felisissima, y
de dichosos portes, como quien se avia engendrado en sus
entrañas, a los pechos de la Diosa Iuno; diosele a conocer
por hijo de los Dioses; por el Dios de la eloquencia, y to-
das ciencias; y de como era el correo, y embajador de cielo,
y tierra; con que vbo de revelarle el mysterio a que venia, y
la embajada que traya de paz, de amor, y de Immaculada
Pureza, del signo de Virgen sacrosanto; portento, y monstruo
sagrado del cielo; figurado por el Altissimo en vna prodi-
giosa constellacion del cielo, que San Iuan Evangelista ob-
servò en la Isla de Pathmos; que en suma era vna muger ve-
stida del Sol de pies a cabeça, la Luna abasallada a sus pies,
y que doze estrellas sin desvanecerse le orlaban las sienes; y
decifrandole este mysterio, y cifra le dixo. Sabràs amorosa
H Palo-
Folio 29 verso
Paloma, que eres dichoso retrato de Maria sacrosanta, pre-
servada de culpa original desde el primero instante de su con-
cepcion, con que su immaculado mysterio es el que ( aunque in-
digno embajador ) vengo a publicar, y hazerlo notorio a este
nuevo mundo, que lo anhela. Con que puso silencio a su discurso.
La Paloma, que atenta, y vigilante le avia oydo, agrade-
ciendole las buenas nuevas que se daba, por retornarle en la
misma moneda, le dixo alagueña; sabràs ingenioso, y di-
choso Mercurio ( como ya sabràs ) que soy Ave tan suave,
y dulce, que para serlo del todo, ha sido mi especie preser-
bada de hiel, que no cayera bien mancha de colera en el hu-
mor aqueo cristalino que me compone; ya lo sabras de Pie-
rio lib. 22. cap. de Columba; del eloquentissimo Cypriano,
en que el, y la Iglesia santa, me asemejan al mismo Espiritu
Divino. Id circo, et in Columbae specie venit spiritus Santus,
simplex animal, et Laetum, non felle amarum, non morsibus sae-
vum. De Honorio Augustudonense, y el Abad Ruperto,
Al? dicunt Columbam esse sine felle
. Por esto los mortales han
querido, que yo sea symbolo de la salud; y assi Pierio en vn
Hieroglifico mio, me puso por blason salubritas, lib. 22. Mi
carne comida es contra los contagios, y pestes, y no les em-
pece a aquellos a quienes he sido ordinario alimento; y à
los Reyes por preserbarlos los mantengo en viandas; hasta
mi sangre es colirio de los ojos encarnizados (dize Plinio )
pues a la colera ni aun pintada quiero verla. Y porque avràs
leido a Discorides, Rasis, al Florentino, ya Adamo Leo-
nisero, y otros, paso adelante por no cansarte. Para credito
de mi fidelidad solo te afirmo, que en apretadas ocasiones
he sido embajadora de nuevas de importancia; como lo hize
con los de Syria, cuyos estandartes adornè; a Decio Bruto,
en vn apretado cerco, le traspalé dichosamente sus desig-
nios ( como el Textor en la 2. part. de su officina afirma ) Y siem-
pre he sido buen pronostico, de presagios Reales, amiga de
dar buenas nuevas, alegres, y felices; como de mi tiene testi-
ficado Pierio Valeriano; y Servio sobre Virgilio lib. 6 de
sus
Folio 30 recto
sus aeneidos, lo notò en estos versos.
Vix ea fatus erat, gemine cum forte Columbae
Ipsa sub ora viri, coelo venére volantes,
Et viridi sedère solo, tum maximas Heros
Maternas agnoscit aves, laetusque precatur.
Lo mismo Iacobo Pontano, acreditandome con el sucesso
del Cessar, anidando en su campo, por buen presagio de la
victoria que alcançò. A Diadumeno, hijo de Macrino, le
pronostiquè el Imperio, yendome a sus manos. A Alexan-
dro Severo, le pronostiquè assimismo el Imperio, presen-
tandome a su Madre en su nacimiento. A los Argonautas
siempre he sido favorable, como lo testifica Apolonio Ro-
dio lib. 3. Argonaut. Y lo ves en la derrota que sigo de mi
Argo Nave, y la razon que boy a darle del diluvio.
a los 17
Pero que te dirè ( apacible Mercurio ) de tu disignio, y
el mio; no fue presagio del, entrarme en el conclave de los
Cardenales, y juntos a la eleccion del Summo Vicario de la
Iglesia, pagarme de la inocencia, y afabilidad del que ya es
el X Inocensio en la silla de San Pedro, sin desampararle vn
punto su lado hasta ser adorado? no se califica en esta accion
mi afortunada eleccion, pues adornó por esso su sello, y ar-
mas con ramo de oliva? y no espero menores dichas de su
mano, que la que encierra aqueste anuncio, que tu, y yo pu-
blicamos. Symbolo he sido siempre de amor, y de la mise-
ricordia estable, y firme, y en señal de perpetua paz llevo
en el pico aqueste verde ramo de oliva, alimento de mi con-
dicion, y oficio, con que a Noe mi dueño, y a su posteridad
boy a dar perpetuo beso de paz. Oyeselo al Arato lib. 2. so-
bre los hechos Apostolicos.
————————Rostrique modesti
Pignus oliva fuit, dilectio semper in ore,
Fructum pacis habet. ————————
Yo callada con este verde ramo en la boca, arguyo demostran-
do con fuerça mas concluyente ( perdonenme tus letras
Mercurio ) que las eloquencias del mundo pregonan, y que
H2 la s
Folio 30 verso
las razones que los mas agudos ingenios producen. Dime ami-
go, quien reservo aqueste verde ramo del universal diluvio,
sin que las aguas le tocasen ( ya sea en el terrenal Parayso, ya
en el monte de las olivas, o ya en otras partes, que para mi
lo reservo, que se de donde le traygo ) no reservaria en el ge-
neral diluvio de la culpa original a su Madre? Que fuesse re-
servado oyeselo al divino Ambrosio lib. de Noe, et Arca,
cap. 19. que dize. Vir iustus Gauisus est fructum de veteri semi-
ne aliquem reseruatum, et inde collegit misericordiae insigne diui-
nae, quodiam diluuium removisset, quae fructum demostraret, cui
non potuissent nocere diluuia. Tuvo Noe, su muger, e hijos;
tuve yo, y dos animales de cada especie, mas privilegio para
no ser anegados, o hemos dado todos mayor prueba de ino-
cencia, que la que es madre del que a todos estos reservó? Tie-
nes tu mayor privilegio de immaculado, ni las estrellas del
cielo con el Sol, y su expanso, por mas que me has pintado, y
encarecido tu nobleza, y origen, pues me tienes dicho, que
todos servis a esta Reyna del cielo, en aquessa admirable vi-
sion de S. Juan? Ea Mercurio, que rompe el Alva, no dilates
diligente tu carrera, lleva breve estas nuevas, y en señal de
avernos visto de paz ( y a mas ver ) toma este ramo de oliva;
Y passando Mercurio a la izquierda su Caduseo, embraçó
en la diestra su rama, y assi entramado se abraçaron la Palo-
ma, y el Cometa, pasandose por debajo de sus tendidas alas.
Prosiguiò pues su carrera, y por mas avivar su curso ali-
jose de madeja, y venerando el dia festivo de su Reyna espe-
rando, le esperò, y hospedò en lo raso aquesta noche, y por
quitar miedos, y temores al mundo ( pues ya le miravan mu-
chos ) en la siguiente, tomò posada en la Alebrestada ima-
gen, o asterismo de la Liebre; no rompiendole los cascos, ni
incluyendoselos lùcidos, pero si, illuminandole la cabeça assi quitar confussiones, y dudas a los ingenios
timidos, y cobardes. A los 20. illustró al rio Eridano, como
reconociendo las zeniças de Faeton, sepulcro que tambien le
amenazava; y atendiendo a que era embajador de mas porte,
y no
Folio 31 recto
y no de tragicos pronosticos, transformado en Cisne, ya tres-
nado de cavellera, vadeò dichosamente el caudaloso Erida-
no. Afrontose despues con el desmesurado Xigante rion,
que le esperava al paso, la claba enarbolada, y muy abro-
quelado, rezeloso de su madeja; bien reconociò aqui las con-
tensiones del mysterio, y los dares, y tomares de argumen-
tos, pero el magnanimo Cometa pasandose a los braços del
Toro, sin ser atropellado, de tropel passò por ellos. O que
risa que hizo, y causó pasando por entre las catorze her-
manas plañideras, y lloronas; Hyadas, y Pleyadas; en ver-
dad que juzgo, que las festejò, y por alegrarlas les hizo mil
festines, haziendolas reir; jugandoles el Toro, con dichoso
lanze en la servis, el mismo dia que en la tierra assistia un
Buy al nacimiento del Criador de cielo, y tierra.
De aqui por tres dias discurriò por lo raso del cielo, an-
cioso por hallar la cabeça de Medusa, crinada de serpientes,
virtiendo sangre tan venenosa, que amenazaba con ella man-
char el cielo; vió alli a la violenta estrella de Argol, o Ras-
dalgol, y admirado de tanto tosigo, y mortal veneno, reco-
nociò en ella las cabeças quebrantadas de aquel fiero Dra-
gon, que asechava a su Reyna; y arrebatado de la vision sa-
grada del Evangelista, contemplò aqui aquella guerra en-
tre los Angeles de luz, y de tinieblas, acaudillados los pri-
meros del Arcángel San Miguel, y los otros de Luzbel;
originada de aver querido manchar a aquella muger, y a su
parto, de nuestra admirable vision. Factum est prelium mag-
num in coelo
, etc. Apoc. 12. Diremos que aquella señal grande
del cielo, Signum magnum, fue señal de aquesta guerra? No
por cierto, que ya esso fuera ser judiciarios; y mas aviendo
sido el dragon otra señal en el cielo. Et visum est aliud signum
in coelo, et ecce draco Magnus, rufus habens capita septem. Pues
que diremos que fue? Lo que de hecho passo, y sucediò en
el cielo; que este dragon de siete cabeças, rojo, y ensangren-
tado, quiso manchar sobervio a la misma pureza de Madre,
y Hijo, como la misma vision testifica; siendo antecedente
la
Folio 31 verso
la vision, y consecuente la batalla. Y sino, en que ocasion
por Maria purissima pudo haver batalla, y por su precioso
Hijo? No por su Nacimiento, y demas mysterios, pues esta-
ban ya litigados; luego fue solo en el punto de su Con-
cepcion, y por este fue la batalla, y ya consta que en el no fue
manchada, pues aqui fue manutenida de Dios, y pertrecha-
da con todas las luces del cielo; y el dragon solo por el aco-
metimiento castigado, y lançado del ; y trayendose tras
si la tercera parte de las estrellas, ninguna fue de las que
adornaban a Maria, entre las quales fue su Concepcion ( co-
mo hemos dicho de Alberto Magno.) Y por el Hijo, quan-
do, y como pudo aver guerra, si no aviendo sido su Madre
primero esclava de la culpa, para ignomia del Hijo? Luego
este punto es el que alli se deslindo a favor de la Immacu-
lada pureza. Pero oygamos ya al fervoroso Mercurio.
Hollada la cabeça de Medusa, y sus serpientes, contem-
plò alli al dragon de siete cabeças; al altivo, y soberbío Fae-
ton hijo del mismo Apolo; viò alli dibujado a Luzbel, que
quiere dezir Lúcifer, el que lleba el estandarte de luz; sus
seis cabeças las Eliadas, seis hermanas de esta desvanecida
luz, y fervoroço con Esaias le dize cap. 14. Quomodo cecidi-
sti Lùcifer qui mane oriebaris? Dime Faeton sobervio, no eras
el Luzero claro, y vistoso del Alva? como ya Cometa cau-
dado, y despeñado? No eras de aquella noble naturaleza?
como ya tan manchada, que como vn fiero dragon, por via
lactea arrastras tanto humo con tu cola, y por sus minutis-
simas estrellas despeñas a la tierra, tantos que fueron Luze-
ros en el cielo? y siendo Lucifer antes benevolo, ya castigas,
y amenazas a las gentes con terrores, y espantos? Pero que
me admiro, si dezias. Super astra Dei exaltabo soliu meum, sede-
bo in monte testamenti. El assiento del altissimo Dios, que es
Maria, quieres contaminar, sentandote tu primero en el?
Predominar quieres a los astros del cielo? Luego al Sol, Lu-
na, y estrellas, (q)ue adornan, guardan y defienden a Maria? Pena
pues eternamente con tus hermanas en tu Eridano tenebroso,
y llo-
Folio 32 recto
y llorente sin cesar. Y yo boyme passo a passo a mi sepulcro
Lacteo, cantando como Cysne, y mientras se llega mi falleci-
miento quiero besarle a Perseo la mano, que es donde me hallo.
Saliò pues nuestro Cometa destas jornadas, y de la cabeça
de Medusa con el año; y por darnos bueno el que entra, en-
trò al ombro izquierdo de Perseo, bañado en la via lactea,
de donde no saliò, por aver fallecido alli, que para llegar a
6. de Enero uvo de ser en ombros. A no aver aqui fallecido
nuestro Mercurio, le preguntaramos quien era aqueste Per-
seo? quales aquestos ombros? que Atlante el que le sustentó?
en cuyos ombros puso el Immaculado mysterio? En que
manos el Caduceo? a quien dexò el ramo de oliva? y quien
heredó sus alas? Pero veamos si atino. Preciosissimas alha-
jas, y joyas son las de nuestro fallecido, y assi devemosdar-
les dueños convenientes, que parezcan heredadas. Las alas
talares de los pies, son nacidas a la Fama, para que diligente
las imite. Las de las sienes, a los lucidos ingenios Ameri-
canos, para que las fecundas fantasias de sus Musas, dexen
atràs a las del Parnaso, que siempre serà assi como sea en nue-
stro mysterio. El Caduseo, cave quarteado, a las sagradas
Religiones, donde tienen assiento firme las Letras, fuentes
peremnes de la eloquencia, y vivas serpientes en la vigilan-
sia. Las infulas doctorales, se les restituyen a esta Atenas del
mundo, donde cada vno de sus Doctores, es vn Mercurio
Trimegistro. El ramo de oliva resta, de inestimable valor,Principes, Governadores, Comunidades, Cavildos, y a la
Republica toda; a poco cave, y menos, sino se guarda. Las
y precio por pacifico; y assi como reliquias se reparte a los
piedras del Aservo de Mercurio, tocan a todo juez, Principe,
y Prelado, para repartir los premios devidamente, y castigar
culpas, y delitos; pues como dize Rabisio Textor, eran vnas
blancas, y otras negras para votar los pleitos. Calculus albus
in absolutione, in damnatione niger. Y Ovidio lib. 15. Meth.
Mos erat antiquis, niueis, atrisque lapillis,
His damnare reos, illis absolvere culpae.
De
Folio 32 verso
Destos no hemos hecho mension, porq para votar a Maria,
y a su pureza ( como està votada en esta Real Academia ) no
tiene voto lo negro, pues no aviendo culpa original, los cal-
culos deste Aservo han de ser, Sol, Luna, estrellas y Cometas.
Los ombros de aqueste mysterio se esperan. Estos no
son en nuestra esperança los de vn Inocencio X? Los de vn
Filipo IIII el Grande, por el mayor Monarca del mundo,
Heraclio de aqueste nuestro mysterio? no son tambien los de
las sagradas Religiones, que le sustentan, y defienden? Y de
ellas el ombro valeroso del Serafico comersio, que produce
ombros, no menos que los de vn Mercurial Escoto en suti-
lezas, vn Perseo en sus Argumentos? No son los de aque-
sta Vniversidad Atlantica, que tiene en ombros, y defiende
a boca, y a braços la pureza de Maria? Pero vltimamente de
todos aquestos ombros, en el fuego de los afectos, y ferbo-
res se fundirà vn solo Atlante, de general aclamacion, cuyos
ombros sustenten a este nuevo cielo de Maria immaculada,
con nuevo Sol, nueva Luna, nuevas estrellas, y nuevos Co-
metas, y estender aqueste nuevo mundo de Eclesiasticos, y
Seglares; grandes y pequeños; hombres, y mugeres; ricos,
y pobres; blancos, y negros, a quienes diremos con el Poeta Virgilio lib. 8 aenei. lo que el otro Atlas, que siendo las
estrellas Pleyadas hijas suyas sustentando el cielo; las susten-
tó en ombros
. Ovidio lib. 4. Fastorum.
Pleyades incipient humeros revelare paternos.
Con que siendo Maria hija de Adam, en el la sustentamos, sa-
candola del en ombros como cielo que es; y siendo cada
Fiel vn Atlante, recevirà el mismo premio que el. Assi
Ovid. Lib. 2. Art. Amand.
Qui meruit coelum, quod prior ipsae tulit.
Luego ya nuestro blasón, timbre, y armas serà eternamente:
Maria Immaculada, Concebida en Gracia,
y Gloria.
Omnia S. C. S. R. E.